EL MUNDO 28/02/13
· Quiere que CiU vote sobre una consulta pactada con el Estado.
El derecho a decidir va y viene de Barcelona a Madrid y viceversa. El viaje empezó en la capital catalana, cuando CiU y Esquerra presentaron su Declaración de Soberanía. El texto fue aprobado con los votos de nacionalistas, republicanos y también de Iniciativa y de un diputado de la CUP. Para el PSC, la propuesta supuso un problema, pues le generó un conflicto interno.
El primer secretario de los socialistas catalanes, Pere Navarro, decidió votar contra ese documento al considerarlo una declaración de secesión en toda regla. Pero cinco diputados del PSC no acataron las órdenes de su jefe y se abstuvieron, rompiendo la disciplina de voto. Navarro los sancionó con una multa de 400 euros y luego pasó página sobre el episodio para evitar males mayores.
Cuando ya se habían calmado las aguas, el derecho a decidir viajó de Barcelona a Madrid de la mano de CiU e Iniciativa. Ambos partidos llevaron al Congreso de los Diputados una propuesta de resolución, en la que los socialistas catalanes han visto una trampa y que les ha supuesto un nuevo disgusto interno, esta vez de mayor envergadura.
«El Congreso de los Diputados insta al Gobierno a iniciar un diálogo con el Govern de la Generalitat en aras de posibilitar la celebración de una consulta a los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña para decidir su futuro», reza la propuesta que se sometió a votación el martes en la Cámara Baja, causando un cisma en el Grupo Socialista.
La dirección del PSC considera que no podía oponerse a esa resolución, porque coincide con lo que el partido proponía en su programa electoral, es decir, la celebración de una consulta legal y vinculante sobre la independencia de Cataluña. Esa legalidad implica una negociación previa con el Estado. Este punto se recoge en la resolución votada en Madrid, pero no se mencionaba en la Declaración de Soberaníaaprobada en Barcelona.
En el PSC creen que CiU e Iniciativa suavizaron el tono de su propuesta en Madrid con la única finalidad de sacarles los colores y de crearles un conflicto interno. Si es así, lo consiguieron, porque Navarro llamó a sus 14 diputados en el Congreso a romper la disciplina de voto y a secundar la propuesta, pese a saber que el PSOE tenía decidido votar en contra. Por si fuera poco, Carme Chacón se desmarcó de sus compañeros del PSC (y también de sus compañeros del PSOE) y no votó.
El conflicto está servido y en el PSC son conscientes, pero ahora están decididos a ser ellos quienes saquen los colores a CiU y a Iniciativa. Por eso, los socialistas llevarán en un nuevo viaje, esta vez de Madrid a Barcelona, la propuesta de resolución que se votó el martes en el Congreso.
En el PSC quieren que se someta de nuevo a votación en el Parlament para ver si nacionalistas, republicanos y ecosocialistas son consecuentes y votan a favor de la propuesta, que implica negociar con el Gobierno central el referéndum y que es claramente más suave que la ya aprobada Declaración de Soberanía. La votación podría tener lugar en el próximo Pleno, dentro de 15 días, si el resto de partidos no impiden su admisión a trámite.
EL MUNDO 28/02/13