El PSOE multa con 600 euros a los diputados del PSC y excluye a Zaragoza de la dirección

EL MUNDO 28/02/13

Chacón, ayer, junto a José María Barreda, gesticula mientras habla con Martínez Olmos (PSOE), Tardà (ERC) y, de espaldas, Rosa Aguilar (PSOE). / EFE
Chacón, ayer, junto a José María Barreda, gesticula mientras habla con Martínez Olmos (PSOE), Tardà (ERC) y, de espaldas, Rosa Aguilar (PSOE). / EFE

· La dirección del PSOE reaccionó ayer con firmeza y dureza ante la ruptura de la disciplina de voto por parte de los diputados del PSC. Así, acordó aplicar la máxima sanción de su reglamento interno -impondrá 600 euros de multa a todos los parlamentarios, incluida Carme Chacón por no votar- y, además, excluye al ex secretario de Organización del PSC, José Zaragoza, de la actual dirección del Grupo Socialista.

La realidad es que el PSOE, sin querer buscar la ruptura con el PSC, sí quiso responder ayer con toda contundencia a la posición de los parlamentarios catalanes al votar a favor del denominado «derecho a decidir» en el pleno del Congreso del pasado martes.

Y para ello, han usando el reglamento interno con su máximo rigor -es la multa máxima que se contempla- y propiciando la marcha de la dirección del Grupo Socialista de José Zaragoza, aunque se quiso camuflar ayer como una dimisión a petición propia. No fue así. El PSOE exigió como mínimo la salida del ex secretario de Organización del PSC de la dirección del Grupo Socialista y, además, también se barajó la salida de la Mesa del Congreso de Teresa Cunillera, aunque finalmente fue descartada.

Detrás de todas estas decisiones, además de una respuesta política al PSC por la ruptura de la disciplina de voto que tiene incendiado a gran parte del PSOE, está la postura política anunciada ayer por Alfredo Pérez Rubalcaba de que, si siguen juntos, ahora sí que habrá que revisar todos los protocolos de relación entre ambos partidos, buscando la paridad. Es decir, según fuentes de la dirección del PSOE, el acuerdo firmado a finales de los años 70 es altamente beneficioso para el PSC y no es igualitario.

Así, según las fuentes consultadas, el PSOE quiere plantearse la «cuota» del PSC en muchos órganos internos del partido, aunque esto no será una decisión inmediata, sino que se negociará en el nuevo protocolo de relaciones entre ambas formaciones políticas.

La dirección del PSOE explicó que sigue apostando por mantener el vínculo con el PSC. Pero que tras lo ocurrido quiere que se aclaren las reglas del juego.

Así, el PSOE está dispuesto a plantear si el PSC debe tener puestos en la Ejecutiva Federal, en el Grupo Parlamentario e, incluso, si debe participar en los congresos federales socialistas. Un miembro de la dirección del partido lo explicó así a este diario: «No hay nadie del PSOE en la Ejecutiva del PSC; ni en su Grupo Parlamentario en el Parlamento catalán; ni participamos en sus congresos. ¿Por qué ellos sí pueden? Todo esto hay que replanteárselo».

A ello hay que añadir que el PSOE no da un paso en torno a una decisión que afecte a Cataluña sin consultar con el PSC, lo que no ocurre a la inversa en la mayoría de los casos. Otro aspecto que se quiere cambiar. Fuentes de la dirección indicaron que no está en su ánimo romper, ni poner en un aprieto al PSC, pero que su actitud del pasado martes ha puesto de manifiesto que hay que aclarar las reglas de juego entre ambos partidos. De hecho, tras la indignación inicial del martes de algunos dirigentes políticos por la posición del PSC, las aguas parecen volver a su cauce y no fueron pocos los dirigentes del partido que apoyaron que hay que reconducir las relaciones con los socialistas catalanes, sin llegar a la ruptura. Así lo expresó el líder del PSM, Tomás Gómez, y el ex presidente de Castilla-La Mancha José María Barreda, que no comparten la aventura de que el PSOE vaya con sus siglas a Cataluña, dejando al margen al PSC.

No obstante, entre los veteranos del partido sigue cundiendo la indignación, y no faltan críticas a Rubalcaba por no haber encontrado una solución previa al problema. En medio de todo el revuelo sigue el nombre de Carme Chacón, que se ha quedado en tierra de nadie tras su posición final de no sumarse a la votación. Dirigentes del PSOE que la aplaudieron por su postura inicial se consideran traicionados. Y tampoco tiene mejor cartel en buena parte de los diputados del PSC.

En la dirección del partido aseguran que, ahora, lo que menos le preocupa es la jugada que haya querido hacer la ex ministra de Defensa. Y sí dar una solución y salida al enfrentamiento y a la crisis interna que se ha abierto entre el PSOE y los socialistas catalanes que, al fin y al cabo, son la segunda federación más importante del partido, tras la de Andalucía.

EL MUNDO 28/02/13