EL MUNDO 15/01/13
El PSC no descarta que el referéndum sobre la independencia que se cocina en el Parlament se celebre en toda España.
Los socialistas catalanes presentaron ayer su propuesta por el derecho a decidir, en la que demandan la celebración de una consulta previamente «negociada y acordada con el Gobierno de España en el plazo de dos años». El PSC quiere que la consulta sea «legal» y para ello es imprescindible que el Estado le dé el visto bueno. Un posible acuerdo sería que se celebrase en toda España para que el conjunto de los ciudadanos opinase sobre una eventual secesión de Cataluña, según explicó ayer a este diario el portavoz del PSC, Jaume Collboni.
Que los andaluces, gallegos o manchegos puedan opinar sobre el futuro de Cataluña es sólo una posibilidad, pues hasta que no se abran las negociaciones no podrá saberse si el proceso del derecho a decidir se articula en una o varias fases y si se circunscribe sólo a los ciudadanos catalanes o se amplía al resto de españoles, según explicó ayer Collboni a este diario.
Lo que el PSC tiene muy claro es que quiere que se celebre el referéndum, como defensor que es del derecho a decidir, pero siempre y cuando éste sea legal y vinculante. También demanda que en la consulta «se plantee una pregunta clara a la que se deba responder de forma inequívoca, aceptando o rechazando el proceso sometido a consulta», según se desprende de la declaración que el PSC presentó ayer como alternativa a la de CiU y ERC.
Pero, en cualquier caso, la propuesta estrella de los socialistas catalanes pasa por una reforma de la Constitución en sentido federal, que permita a Cataluña recaudar los impuestos que se devenguen en su territorio, que incluya una reforma del Senado «para convertirlo en una Cámara territorial» y que «incorpore el reconocimiento explícito y la garantía del carácter plurinacional, pluricultural y plurilingüístico del Estado», según especifica la propuesta redactada ayer por los socialistas.
Una propuesta sobre la que hay mucho escepticismo. En Cataluña, porque muchas fuerzas políticas han dado ya un paso hacia el independentismo y les costará volver atrás. En España, porque el federalismo es residual e impera la preferencia por el actual statu quo.
Sin embargo, el primer secretario del PSC, Pere Navarro, se mostró ayer convencido de que su partido puede hacer que su propuesta cale en el grueso de la opinión pública. Navarro se mostró «satisfecho y orgulloso» de que el PSOE avale ahora una reforma constitucional para dar encaje a Cataluña, cuando hace cuatro meses estaba en contra.
Y aunque reconoció que el partido de Alfredo Pérez Rubalcaba se opone frontalmente al derecho a decidir que defiende el PSC, tal y como se visualizó en el Comité Federal del PSOE del sábado, Navarro vaticinó que también en esta cuestión hará cambiar de opinión a sus colegas del resto del país.
En cualquier caso, Collboni señaló también a este diario que si la reforma de la Constitución que proponen los socialistas llega a realizarse, se tendrá que celebrar el preceptivo referéndum previsto en la ley para esa modificación legal, por lo que todos los españoles opinarán también en ese caso sobre la solución para Cataluña que se haya acordado.
La Declaración de Soberanía de Cataluña, que el Parlament debatirá el 23 de enero, se ha convertido en una partida de póker entre los partidos políticos, que rivalizan por ver quién se echa el mejor farol. CiU y ERC redactaron la semana pasada una propuesta conjunta que no ha gustado al resto de los grupos parlamentarios. PP y C’s la consideran contraria a la Constitución y son partidarios de que no sea admitida a trámite. ICV, CUP y PSC han presentado propuestas alternativas.
EL MUNDO 15/01/13