EL MUNDO 30/04/13
Los populares han dejado de ser los únicos titulares del descontento contra los escraches. El PSE de Baracaldo (Vizcaya) levantó su voz ayer tras una protesta frente al ayuntamiento de la localidad liderada por el colectivo Berri Otxoak, al que ligó con «el entramado de la izquierda abertzale», en unas declaraciones similares a las del líder del PP en Euskadi, Antonio Basagoiti, que hace casi dos meses denunció que las plataformas antidesahucios protestaban «de manera clavadita a como lo hacían los del mundo de ETA».
Después de que la Ertzaintza prohibiese a la plataforma que se manifestase frente al domicilio de la concejala de Acción Social del consistorio, Amaya Rojas, la plataforma realizó una concentración ruidosa junto al ayuntamiento en contra de los recortes sociales y de la reducción del presupuesto municipal en el área de acción social. Tras estos hechos, el equipo municipal socialista aprovechó para acusar al colectivo de «amedrentar» a la edil y condenó «el frustrado intento de violar su intimidad», tachándolo de «acto deplorable».
Hipocresía de Bildu
Tras ello, el PSE de Baracaldo condenó las informaciones «falsas y tendenciosas» que el colectivo está difundiendo a través de panfletos por toda la localidad y criticó la «hipocresía» de los concejales de Bildu, que participan en las concentraciones de Berri Otxoak para criticar el sueldo de la concejala mientras su portavoz «fue el que más cobró» en 2012, al no renunciar su grupo a la paga de Navidad, como sí hicieron los del resto de formaciones municipales.
Hasta la fecha, el PSE no había realizado acusaciones de este nivel contra los grupos antidesahucios, aunque el ex lehendakari Patxi López ya había señalado en ocasiones anteriores que no compartía el método del escrache, pese a comprender sus razones de fondo.
En la misma línea crítica con estas acciones de acoso, se pronunció también ayer Esperanza Aguirre, quien acusó a Gonzalo Moliner, presidente del CGPJ, de haber «perdido el sentido común» por considerar que los escraches, en tanto que no sean violentos, son una muestra de la «libertada de manifestación». Por ello, a través del diario ABC, pidió su dimisión, «cuanto antes mejor».