El PSE valora la «prudencia» del PNV al hablar del nuevo estatus, pero pide concreción

EL CORREO 28/12/13

· Los socialistas, al igual que EH Bildu, reclaman al partido jeltzale que diga «hasta dónde quiere llegar», mientras el Gobierno pide «altura de miras y responsabilidad».

El PSE combinó ayer sus críticas al PNV por su posición un tanto «confusa» a la hora de promover la reforma del Estatuto de Gernika con ciertos halagos hacia su apertura al debate y, por tanto, al consenso. La duda para los socialistas reside fundamentalmente en conocer cuál es la propuesta concreta de la formación jeltzale. Un interrogante que ayer se hizo extensivo a EH Bildu, coalición que no dudó en acusar al PNV de estar «más por la autodependencia» y la «indeterminación».

El portavoz de los socialistas, José Antonio Pastor, se congratuló de que el Euskadi buru batzar presente su apuesta por dotar a Euskadi de mayores cotas de autogobierno desde la «prudencia y la sensatez». Una actitud, dijo, que favorece o por lo menos allana el camino hacia el entendimiento. Pero los socialistas no las tienen todas consigo e insisten en reclamar a los jeltzales que aclaren los términos de su proyecto.

El líder del PNV, Andoni Ortuzar, y el presidente por Gipuzkoa de este partido, Joseba Egibar, registraron el jueves en el Parlamento autónomo la iniciativa para crear la ponencia específica de la que esperan emane un nuevo Estatuto sustentado sobre un «amplio consenso político y ciudadano». Abrían así el debate del autogobierno «sin prisa» y con el reto de igualar o superar el consenso de 1979. Pero los máximos representantes del PNV no desvelaron en qué consistirá la propuesta que abanderará la formación jeltzale. Todo apunta a que han aprendido la lección del exlehendakari Ibarretxe, cuyo plan se encontró con sucesivos portazos políticos y judiciales.

Para los socialistas lo importante es que la moderación que ha escenificado la formación peneuvista se mantenga en el tiempo. Temen, por ejemplo, que dicha actitud se radicalice después de las elecciones municipales, previstas para 2015. Confían, tal y como manifestó Pastor, en que la ponencia, que empezará a andar en febrero, permita arrojar luz a las pretensiones del PNV. En el PSE están dispuestos a discutir sobre «las bondades, aciertos y fallos» del Estatuto y mejorar el autogobierno. El problema, señaló su portavoz, es que «no sabemos hasta dónde se quiere llevar esta cuestión». «Si quiere analizar y profundizar en el autogobierno, habrá posibilidad de acuerdo. Pero si va por otros derroteros, no estaremos en ese consenso», advirtió el parlamentario socialista. A pesar de los recelos, en el PSE optaron por dar un voto de confianza a la formación jeltzale. «Una cosa es cómo se empieza y otra cómo se quiere terminar, y nosotros queremos saber el puerto de llegada. Veremos qué da de sí y cómo define cada uno sus posiciones», apostilló Pastor.

Evolución histórica

Con las mismas dudas, aunque más críticos, se mostraron desde EH Bildu. El parlamentario Julen Arzuaga no dudó en acusar al PNV de «estar más por la indeterminación y la autodependencia» a la hora de impulsar la ponencia, al tiempo que le emplazó a explicitar «hasta dónde quiere llegar» con este foro. «Es interesante que cada una de las sensibilidades tenga definidos de antemano las metas y objetivos», expresó Arzuaga, que recordó que la de su coalición es «buscar la plena soberanía de este país». En esta línea, instó no solo a la formación jeltzale, sino al resto de partidos también, a que pongan sobre la mesa cuáles son sus intenciones. «Una cosa es la metodología y otra el objetivo», remarcó Arzuaga.

Por su parte, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, hizo ayer un llamamiento a los grupos políticos a participar en la ponencia «con responsabilidad y altura de miras», «siendo conscientes de la relevancia del momento y del importante reto que tenemos entre mano». Entrevistado en Radio Euskadi, Erkoreka quiso –al igual que ya lo hiciera Iñigo Urkullu– marcar distancias con Cataluña: «Nuestras realidades y la evolución histórica han sido completamente distintas».

EL CORREO 28/12/13