ABC 04/12/15
· Sánchez carga contra el «Gobierno de la mentira» que «ha manipulado» el CIS
La desolación recorre las filas socialistas, por más que Pedro Sánchez cargara anoche contra Mariano Rajoy y el «Gobierno de la mentira» que «ha manipulado» la encuesta del CIS. Ni en sus peores sueños los dirigentes del PSOE podían imaginarse obligados a empezar esta campaña electoral peleando no ya por ganar a Rajoy el 20D, sino por evitar que Ciudadanos acabe pasando en votos y escaños al partido que ha gobernado 21 años de democracia. Porque esa es la peor consecuencia de la encuesta que hizo pública ayer el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS): al otorgar al PSOE una horquilla de 77-89 diputados (Rubalcaba logró 110 en 2011) y 63-66 a un partido nuevo como el de Albert Rivera, el CIS convierte en verosímil un «sorpasso» que hasta hace días pronosticaban unos pocos sondeos y eran vistos con incredulidad.
Los barones socialistas se cruzaron ayer llamadas y mensajes a medio camino entre la estupefacción, la resignación y el «algo hay que hacer» para evitar la catástrofe. Que, en Madrid, Albert Rivera y Pablo Iglesias queden por delante de Pedro Sánchez (el PSOE solo sacaría cinco diputados y no estarían en el próximo Congreso ni Eduardo Madina ni el fichaje estrella, la excomandante Zaida Cantero); que el PSC quede cuarto o quinto en Cataluña (de 14 a 7 diputados); o que se plantee la sola posibilidad de no tener representación en Ávila, Álava, Lérida o Soria, por primera vez en 40 años de democracia, dejó ayer en estado de shock a esta formación política.
Tanto que, por la Dirección Federal, no salió a hacer su tradicional valoración el secretario de Organización, César Luena, sino que lo hizo el número uno por Vizcaya, Patxi López, desde Bilbao. El exlendakari señaló que no le «cuadra» que en la encuesta del CIS la mayoría de los españoles se muestren de izquierdas y, sin embargo, ganen «dos formaciones de derechas» – PP y Ciudadanos–. Se conocen encuestas a diario y «no todas dicen lo mismo», pero concluyen que «la única alternativa posible a las derechas de este país es el PSOE». Propuso a los votantes de Podemos «aglutinar el voto del cambio progresista en torno al PSOE», como «la única manera de evitar que la derecha de PP y Ciudadanos se una para hacer a Rajoy presidente y de parar los recortes, el copago y los contratos basura». López ve «curiosa» la «cocina» del CIS porque mientras una mayoría «muestra una simpatía» al PSOE y prefiere un gobierno socialista, y un 20% se declara indeciso, se concluye que la mayoría respalda a Rajoy y Rivera.
«El partido sería otra cosa»
Los barones no disimulan su enorme preocupación por el escenario que se avecina, más allá del futuro de Pedro Sánchez y su equipo ante una hipotética debacle. «Un PSOE de 80 diputados sería otra cosa», señala a ABC un destacado dirigente. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano GarcíaPage, expresó desde Bruselas su deseo de que el resultado del 20-D sea «notablemente» mejor que el del CIS. «No nos podemos conformar con estos datos».
Por su parte, la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, salió a reivindicar el resultado del PSOE-A, que, a duras penas, podría mantener los 25 diputados de 2011 (21-25 le da el CIS), en medio del desastre pronosticado. Por eso, la líder andaluza, quien no oculta su distanciamiento de Sánchez, dijo que va a luchar hasta el 20-D «para ayudar» a su partido en toda España.
Pedro Sánchez habló por la tarde en Tomelloso (Ciudad Real), y por la noche en el acto de pegada de carteles en Getafe (Madrid). Visiblemente enojado, el líder socialista apeló al voto de toda la izquierda para ganar «a este Gobierno de la mentira y a sus encuestas». «Este Gobierno que ha manipulado todo. Ha manipulado Televisión Española, la Justicia, la Agencia Tributaria, y hoy también las encuestas del CIS», enfatizó Sánchez, quien pidió «dar una lección de verdad» al Ejecutivo «haciendo que el PSOE gane las elecciones».
La mayoría de españoles «quiere cambio», pero si esa mayoría se divide en las urnas y no vota al PSOE «no habrá cambio», añadió, en una nueva petición a los simpatizantes de Podemos para que le apoyen a él. Y de Ciudadanos, avisó: los nuevos partidos políticos «son viejos conocidos» porque «si apoyan la reforma laboral del PP, el copago farmacéutico y están en contra de las cuotas entre hombres y mujeres, aunque tengan treinta años menos», son «la misma derecha que el PP».