El PSOE en su dilema

EL MUNDO – 05/05/16 – VICTORIA PREGO

Victoria Prego
Victoria Prego

· Tenemos casi dos meses por delante y ya se nos hace cuesta arriba todo lo relativo a una campaña que no ha hecho sino empezar. Por lo pronto, aquí está de nuevo el asunto de los debates para el que los líderes políticos han recibido ya invitación de todas las cadenas de televisión. Habrá debates, tiene que haberlos pero si no es mucho pedir, se podría solicitar que los contendientes nos ahorraran el espectáculo maleducado y descortés al que asistimos con motivo del encuentro Rajoy-Sánchez en el que sólo sacamos en limpio los insultos.

Dado que eso ya lo hemos visto, tenemos derecho a pedir un cambio de guión. Por ejemplo, una exposición razonada y amplia de distintos puntos de sus programas, de manera que se puedan contrastar las posiciones. Claro, esto no daría espectáculo pero es que es precisamente el espectáculo lo que ha convertido la política española en un material devaluado y lo que ha hecho perder credibilidad a gran parte de nuestros políticos.

Incógnitas pendientes de resolver ya quedan pocas pero determinantes. Una de ellas, en qué quedará el acuerdo entre IU y Podemos y el efecto que eso tendrá en los resultados electorales. En el PSOE muchos se temen que esa alianza pueda arrancar a su partido de la segunda posición y no saben cómo evitarlo: si situándose cada vez más a la izquierda para intentar detener una posible fuga de votos hacia Podemos, o manteniendo una posición centrada dentro del arco de la izquierda en lo que ha sido tradicionalmente su papel.

Pero hay miedo cerval en cometer un error de estrategia que provoque que no se aumente ni un escaño más de los 90 conseguidos en diciembre o incluso, horror, que se llegue a perder alguno y quedarse en los ochentaitantos. Y Pablo Iglesias, tan exuberante como acostumbra, ya anuncia a los cuatro vientos que su intención es sobrepasar a los socialistas y, en ese caso, tender su magnánima mano a un humillado Pedro Sánchez y sentarle junto a su trono pero un escalón por debajo de él, es decir, en una Vicepresidencia. Eso es lo que le espera a Pedro Sánchez, y al país entero, si las elecciones dan la segunda plaza a la coalición del populismo con las izquierdas.

También Rajoy, que está tranquilo, conforme con su actuación y seguro de haber acertado en estos cuatro meses de esperar y ver cómo los otros fracasaban en su intento de formar gobierno, estaría dispuesto a ofrecer a Sánchez una Vicepresidencia en su gobierno. Ya lo dijo en su día pero pocos lo escucharon.

Ese ofrecimiento de Rajoy tiene mucho más calado que el de Iglesias: significa que el líder del PP está dispuesto a negociar con el Partido Socialista algunas cuestiones clave que tiene pendientes en estos momentos España. Y, habida cuenta de que lo más probable es que el Partido Popular revalide el 26 de junio su puesto de fuerza más votada, ésa es una oferta que el PSOE no debería rechazar. Porque ellos saben que, de juntarse con Podemos en un gobierno, será inexorable que el partido empiece a perder terreno, iniciativa e identidad. Entre otros motivos, porque eso es lo que lleva buscando Iglesias desde el momento en que nació como líder.

EL MUNDO – 05/05/16 – VICTORIA PREGO