EL CONFIDENCIAL 14/06/17
Los republicanos catalanes apoyarán a Pablo Iglesias y votarán junto a Bildu y Compromís a favor de la moción de censura planteada por Podemos contra Mariano Rajoy. El portavoz de ERC, Joan Tardà, reconoció el «coraje» de la formación morada desde la tribuna por plantear una «batalla ideológica necesaria» y reconoció hacer «nuestra vuestra propuesta» para desbancar a un Gobierno que «no ha roto con el franquismo» y «actúa como mejor herramienta para desguazar el Estado del bienestar». Pero poco tardó el dirigente catalán en cambiar la temática de sus palabras para centrar su discurso en el referéndum independentista.
«Este Gobierno ha agudizado el problema entre el Reino de España y Cataluña», lanzó como primer titular. Y el conflicto, continuó el líder de los republicanos, está en el reconocimiento o no del derecho a la autodeterminación. Tras continuas referencias al régimen franquista, «el Tribunal Constitucional dice que Cataluña no es un sujeto político, manteniendo el dogma [de esa época]», el dirigente trató de buscar el apoyo del partido de Iglesias para seguir adelante con el desafío soberanista. «Vosotros creéis en el sí se puede, creéis en la desobediencia ante la tiranía», dijo ante la atenta mirada del portavoz adjunto, Gabriel Rufián, que vestía una camiseta con el lema ‘Nosotros sí podemos‘. Y a continuación zanjó sus advertencias: «Nuestra desobediencia culminará el 1 de octubre».
Tardà aseguró que mientras los partidos constitucionalistas afirman que el referéndum no se celebrará mientras «se niegan a negociar» y repiten que «todo acabará con unas elecciones autonómicas», los republicanos catalanes no cesarán en afirmar que votarán «sí o sí» y que «solo habrá elecciones con posterioridad al referéndum». El líder de ERC en el Congreso reconoció sentirse «orgulloso» de reaccionar «con desobediencia» ante la «indefensión del pueblo».
Pablo Iglesias, agradecido por las palabras de Tardà —el único que realmente le dio su apoyo sin duras críticas, como ocurrió con Joan Baldovì, de Compromís—, sorteó el canto de sirenas proindependentista y se limitó a reconocer que existen muchos motivos por los que no desearía que Cataluña se fuera de España. El secretario general de Podemos, eso sí, garantizó a sus colegas republicanos «un camino juntos en la lucha para que los catalanes puedan defender su futuro con garantías», sin salirse del guion de que una hipotética consulta debe pactarse con el Estado, pese a la ruptura del sector anticapitalista del partido, que ya apoya la ‘vía Puigdemont’.
Tardà se conformó con la promesa e insistió en que la esperanza de los dirigentes catalanes de su partido y del Gobierno de la Generalitat pasa por «encontrarnos en la llamada al pueblo para ir a las urnas y que cada uno vote lo que quiera», lanzando un recado a los socios de Podemos en Cataluña —los comunes de Ada Colau y Xavi Domènech—. También hubo una mención directa al PSC de Miquel Iceta, con una profunda mirada lanzada a la bancada de los socialistas, a los que agradeció «muchas de las cosas logradas», como «salvaguardar la lengua catalana», y con los que, insistió el líder de los republicanos en Madrid, «no renunciaremos a entendernos» porque «va en nuestro ADN negociar siempre».