ABC 04/06/15
· Don Felipe, que fue interrumpido en tres ocasiones con aplausos, recibió una larga ovación con el público en pie en la Asamblea Nacional de Francia
El Rey hizo ayer una cerrada defensa de los valores europeos en su intervención ante la Asamblea Nacional de Francia, en la que advirtió que nunca hay que dar por sentado que están asegurados. Don Felipe afirmó que la democracia precisa una «eterna vigilancia» y que «la razón crítica es la mejor salvaguarda contra los totalitarismos de cualquier orden». «La libertad, la fraternidad y la igualdad no nos son dadas, sino que tenemos que luchar por ellas cada día y nunca dar por sentado que están asegurados», alertó.
Defensa de valores «La libertad, la fraternidad y la igualdad no nos son dadas; tenemos que luchar por ellas cada día y nunca dar por sentado que estén aseguradas» Frente a totalitarismos «La razón crítica es la mejor salvaguarda contra los totalitarismos de cualquier índole» Terrorismo «Digamos alto y claro a los asesinos: no nos doblegarán, no nos vencerán, jamás nos harán renunciar a lo que somos» Una Europa próspera «Una Europa unida es condición necesaria para el progreso y el bienestar de nuestras sociedades, y para eludir el declive, la debilidad, la fragmentación e incluso la confrontación de los momentos más oscuros»
La inter vención del Rey ante la Asamblea Nacional era el momento más esperado de la visita de Estado que está realizando a Francia junto a Doña Letizia, ya que la República solo ofrece esa tribuna a determinados mandatarios extranjeros, lo que debe ser interpretado como un gesto de deferencia. Se da la circunstancia de que Don Juan Carlos se convirtió en 1993 en el primer Jefe de Estado extranjero invitado a pronunciar un discurso ante ese hemiciclo, después de que la costumbre se interrumpiera a partir de la I Guerra Mundial, y desde entonces lo han hecho menos de una veintena de mandatarios.
Discurso en francés
Lo cierto es que había mucha expectación en Francia por escuchar al nuevo Rey de España, que pronunció su discurso en francés y ante un hemiciclo prácticamente lleno. En los escaños se encontraban tres ex primeros ministros, Édouard Balladur, François Fillon y Jean-Marc Ayrault, dos expresidentes de la Asamblea, decenas de miembros del Gobierno y cuatro quintas partes del total de los diputados. Y, a juzgar por la reacción de los políticos franceses, habitualmente poco entusiastas, el mensaje de Don Felipe no defraudó. De hecho, fue interrumpido con aplausos en tres ocasiones y, al final, el hemiciclo se puso en pie para dirigirle una ovación que se prolongó durante más de un minuto y a la que se sumó la Reina. Pero fue luego, en los salones de la Asamblea Nacional, cuando el Rey se quedó a conversar con los políticos y recibió sus testimonios personales. Esta reacción «no es normal aquí», se oyó comentar al primer ministro, Manuel Valls, a la salida.
En su intervención, el Monarca había resumido en apenas ocho líneas la receta perfecta de la democracia: «El respeto de los derechos humanos y el ejercicio de la democracia no solo se declaran, sino que exigen para su pervivencia un modelo de equilibrio entre poderes y una eterna vigilancia por parte de las instituciones públicas y de los ciudadanos».
Como ha hecho en cada una de sus intervenciones en público desde que llegó a París, el pasado martes, el Rey volvió a condenar los atentados terroristas perpetrados en la capital francesa el pasado enero y subrayó que España está y estará al lado de Francia «en la defensa de los valores que compartimos y que reafirmamos solemne y serenamente ante quienes pretenden destruirlos con el terror».
«Honremos a las víctimas, acompañemos a sus familias y a sus seres queridos. Y, sobre todo, digamos alto y claro a los asesinos que no nos doblegarán, no nos vencerán. Jamás nos harán renunciar a lo que somos», afirmó. Fue precisamente en este momento cuando Don Felipe fue interrumpido por primera vez con el aplauso de los asistentes. La segunda ocasión fue cuando rindió homenaje a las Fuerzas Armadas españolas y francesas que colaboran en difíciles operaciones de mantenimiento de la paz, y la tercera, cuando hizo un llamamiento a buscar estímulos productivos respetuosos con el medio ambiente.
En un discurso profundamente po- lítico, Don Felipe afirmó: «Somos hi- jos de la razón y del rechazo a la sin- razón». «Somos hijos de la libertad que e nuestros pueblos han sabido conquis- tar a lo largo de la Historia, a menudo o con sacrificios y sufrimiento».
A los desesperanzados
Don Felipe quiso recordar a las nuevas generaciones y a quienes tienen dudas o están «desesperanzados» por los logros de la integración europea. «Una Europa unida es condición necesaria para el progreso y el bienestar», dijo, y para «superar y eludir el declive, la debilidad, la fragmentación e incluso la confrontación que, en otros tiempos, llevaron a nuestros pueblos a los momentos más oscuros de la historia europea». «Del valor de una Europa cada vez mas unida, democrática y próspera somos especialmente conscientes los españoles», precisó.
En este sentido, recordó que la prosperidad europea «de la que hemos disfrutado se ha visto afectada por una crisis económica que ha tenido efectos muy duros en la vida de nuestras ciudadanos». No obstante, agregó que España «ha recuperado el crecimiento económico y lucha por culminar la superación de esta crisis abriéndose y saliendo al mundo, como tantas otras veces lo ha hecho a lo largo de la historia». Por ello, animó, «no debemos desfallecer a la hora de luchar contra el paro, reducir la desigualdad y sentarta las bases que nos permitan mirar haciah adelante con esperanza y optimismo».m «Se lo debemos a los jóvenes».
Don Felipe y Doña Letizia llegaron a la sede de la Asamblea Nacional mediad hora antes de la intervención para mantenerm un encuentro con el presiddente de la Cámara, Claude Bartolone, quien presentó al Rey. «Usted encarna la renovación esperada por el pueblo español», dijo al Monarca el presidente de la Cámara, quien elogió la capacidad de «escucha» y el «rigor» que, a su juicio, ha demostrado Don Felipe en su primer año de reinado. Según Bartolone, en estos casi doce meses ha actuado con resolución para adaptar la Monarquía a las «exigencias» de los nuevos tiempos.
Tras su intervención en la Asamblea Nacional, el Rey mantuvo un encuentro en el hotel Intercontinental con la directora general de la Unesco, Irina Burkova, candidata a la secretaría general de Naciones Unidas. Los Reyes finalizarán hoy su visita de Estado a Francia. En la última jornada, Don Felipe se reunirá con empresarios españoles y franceses, asistirá con Doña Letizia a una reunión con hispanistas y juntos clausurarán un foro económico.