«La nación catalana quedó totalmente sometida al Estado Español tras la Guerra de Sucesión, que culminó con la caída de Barcelona en 1714. El Decreto de Nueva Planta abolió todas las instituciones propias de Cataluña. La última represión de nuestra nación tuvo lugar con la dictadura de Francisco Franco, periodo en que se intentó anular la lengua y la cultura catalana». Con mensajes como de pueblo oprimido como éste, el soberanismo está intentando proyectar internacionalmente sus reivindicaciones independentistas. El texto forma parte de las cartas y los dípticos que la Associació de Municipis per la Independència (AMI), que se financia con fondos públicos, ha enviado a 406 ayuntamientos de todo el mundo hermanados con municipios catalanes, a 194 capitales internacionales y a las 100 mayores ciudades mundiales explicándoles una breve historia de Cataluña y el proceso independentista catalán. La carta está firmada por la presidenta de la AMI, Neus Lloveras, y recuerda que el Estado «niega el derecho a la autodeterminación» pese a existir una mayoría independentista en el Parlament.
Entre los ayuntamientos hermanados que recibirán la carta hay 249 ciudades y pueblos europeos, 76 americanos, 22 de África y seis de Asia. Entre ellos destacan localidades de países como Burkina Faso, Senegal, Camerún, Siria, China, Kurdistán, Cuba, El Salvador, Brasil, Estados Unidos, Honduras, Venezuela, Andorra, Eslovenia, Bosnia, Polonia, Francia y Gran Bretaña. Según la entidad, la información se envía a 353 municipios de 44 países diferentes y la carta y el díptico se ha editado en seis idiomas como inglés, francés, italiano y castellano.
La AMI también sitúa en esta campaña internacional a 60 municipios españoles con vínculos con los catalanes. La campaña pretende «fomentar el contacto de municipio a municipio para evitar la transmisión de información a través de los estados, que muchas veces queda bloqueada», remarcó Lloveras a Catalunya Ràdio. Además, en la carta que firma la presidenta de la AMI se remarca que quieren «explicar al mundo, alto y claro, sin filtros diplomáticos» la mayoría «social y política» que hay en el Parlament a favor de la independencia y recuerda que este proceso es «ejemplar, pacífico y popular». También recuerda que en los últimos seis años ha crecido «de forma progresiva» el sentimiento para construir un estado propio entre la sociedad catalana.
La entidad soberanista recuerda la superficie geográfica de Cataluña así como su población y que se trata de un importante destino turístico, con más de 17 millones de visitantes el año pasado. También destaca la importancia del patrimonio cultural y natural, y productos con proyección internacional como el vino o el cava. Pero sin duda, uno de los reclamos más importantes para la AMI es el equipo de fútbol del Barça al que califican como «uno de los emblemas más internacionales para nuestro país».
El díptico también recuerda la historia de Cataluña como «uno de los países embrionarios de Europa constituido el año 897 por Guifré el Pilós», pese a que en ese momento lo que se separó del imperio franco de Carlomagno fuesen varios condados como el de Barcelona. De hecho, la AMI detalla que Cataluña tuvo «uno de los parlamentos más antiguos del mundo» en la Edad Media, pero obvia que formaba parte primero de la Corona Aragonesa, y después de la Corona española. En este sentido, explican que Cataluña quedó «sometida» a España tras la Guerra de Sucesión, aunque no especifican que la unión de los reinos se produjo con los Reyes Católicos dos siglos antes.
También especifican las razones del proceso independentista comenzando con la importancia de querer «desarrollar plenamente, sin imposiciones» la lengua y cultura catalana. Además, resucitan el España nos roba cuando aseguran que el Gobierno «ha facilitado la expansión de las diferentes regiones del territorio en detrimento de Cataluña que ha visto como las balanzas fiscales nos eran, año tras año, más y más desfavorables». También detallan que Cataluña «no quiere vivir en una sociedad de escasos valores democráticos como es la del Estado español, donde la división de poderes no es clara y la corrupción se apodera de las instituciones públicas». La AMI afirma que el proceso independentista ha sido «pacífico» y que han apostado por soluciones políticas «mediante el diálogo y la negociación».