ABC 18/01/16
· CDC y ERC discrepan públicamente por el plazo de 18 meses para la «desconexión»
Cuando Junts pel Sí y la CUP alcanzaron el pacto que propició la investidura de Carles Puigdemont como presidente de al Generalitat ya se anticipó que la legislatura estaría marcada por la inestabilidad, dadas las diferencias, de fondo y de forma, entre la coalición ganadora y el partido antisistema. Pocos imaginaban que menos de una semana después de la investidura de Puigdemont, las cuadernas del Gobierno catalán comenzarían ya a crujir, pero no por el acuerdo con los anticapitalistas sino por las discrepancias entre CDC y ERC.
El desacuerdo entre convergentes y republicanos no es menor, y atañe al rumbo que debe seguir el Gobierno catalán y el Parlamento catalán en un asunto tan sensible como el calendario de la hoja de ruta soberanista y la vía de la unilateralidad. Mientras en CDC consideran que el plazo de máximo de 18 meses fijado para proceder a la «desconexión» de España es revisable, en ERC, por no hablar de la CUP, entienden que el acuerdo es claro e inamovible en este aspecto. Dos de los pesos pesados del Ejecutivo catalán, Oriol Junqueras (ERC) y Neus Munté (CDC), discreparon ayer públicamente sobre el asunto.
Aparcar la declaración del 9-N
La polémica no es ajena al mar de fondo que se percibe en el campo del soberanismo ante lo que se interpreta como una modulación de los planes secesionistas de CDC, partido que ahora, a diferencia de lo suscrito en el acuerdo para la creación de Junts pel Sí y, sobre todo, en la «declaración de ruptura» del 9-N, dice rechazar la vía de la unilateralidad. Lo expresó el mismo presidente Puigdemont en TV3 en su primera entrevista como presidente, en la que aseguró por un lado que la «declaración unilateral de independencia» (DUI) no está prevista» y, por otro, que el plazo de 18 meses es un objetivo, pero no inamovible. Ayer, la consejera de Presidencia y responsable del área social de la Generalitat, Neus Munté, se reafirmó en el mismo sentido.
Aunque las entidades y el independentismo más hiperventilado dan todavía un margen de confianza a Puigdemont, se extiende cierto temor a que CDC trate de buscar una salida negociada, aparcando la unilateralidad en favor de una salida intermedia, una suerte de regreso a la «tercera vía». En cualquier caso, es innegable que el Ejecutivo catalán se encuentra en modo pausa, compás de espera con la vista puesta en lo que suceda en el Congreso de los Diputados.
A la espera de acontecimientos, Neus Munté apuntó ayer que es «absurdo» encorsetar la legislatura catalana a 18 meses porque «no por correr, lo haremos mejor», y aseguró que ello no implica «ninguna renuncia» sobre el resultado final. En una entrevista en RAC1, Munté añadió que el objetivo al concluir la legislatura no es una DUI, sino un referéndum para validar la Constitución catalana que se elabore durante estos meses. Añadió al respecto que en la hoja de ruta soberanista no hay declaración unilateral de independencia, porque quieren hacerlo «con voluntad de acuerdo» para que también se entienda a nivel internacional.
Enmienda de Junqueras
Frente a esta interpretación, el vicepresidente y consejero de Economía, Oriol Junqueras, señaló que la independencia se puede hacer en 18 meses y que su compromiso es intentarlo porque es un «tiempo razonable» y responde a la hoja de ruta soberanista. Aunque con un mismo objetivo, la pelea está servida entre CDC y ERC.