ABC 20/05/14
· La esposa del que fuera presidente catalán dice que acudieron por voluntad propia al mitin central de ERC
La asistencia del expresidente de la Generalitat Pasqual Maragall a un mitin de ERC el pasado domingo ha desatado la polémica en Cataluña sobre la supuesta utilización política, o apropiación partidista, de una persona enferma del mal de Alzehimer. Las preguntas se suceden: ¿Hasta qué punto Maragall es dueño de sus actos? ¿Hasta qué punto ERC y el independentismo se aprovechan de alguien que en su momento, antes de que el proceso soberanista estallase, y de que él mismo reconociese su enfermedad, se había definido como federalista?
Las interpretaciones que se hicieron ayer en Cataluña de la polémica, especialmente las que llegaron desde algunos sectores del PSC molestos con los pasos dados por Maragall, muestran en cualquier caso la carga política y simbólica que atesora aún quien fuese impulsor del Estatuto de 2006. Una figura, por contra, y aunque enferma, que sectores independentistas señalan como símbolo de un PSC en proceso de fragmentación y del nuevo orden político al que aspiran.
«Falta de escrúpulos», «poca ética…», fueron algunos de los comentarios que se vertieron desde el PSC. Fuentes del partido consultadas por este diario achacan a personas próximas a Maragall una toma de partido que atribuyen más al «rencor» de estas que a una evolución política del expresidente en cualquier caso confusa dada su enfermedad. ERC, explican, las mismas fuentes, aprovecha la circunstancia para, tras coaligarse con el partido de Ernest Maragall, Nova Esquerra Catalana, apropiarse de la figura de su hermano y crecer a costa de los desencantados del PSC .
«En política no vale todo»
Las explicaciones que ayer dio Diana Garrigosa, esposa de Maragall, fueron algo más simples, coherentes se diría con la personalidad anárquica y dispersa del expolítico, ya así antes del Alzehimer. «El domingo por la mañana teníamos que ir a Barcelona por un homenaje a Joan Maragall, el poeta. En el coche, yo le dije: “Lástima que coincida con el mitin de Ernest”. Y mostró un interés muy especial, como es natural», aseguró Garrigosa, que añadió que ERC no les invitó.
Molesta con quienes interpretan que ella misma y su entorno manipulan a su marido, añadió: «Los enfermos deben salir a la calle. Si los dejas encerrados en casa, se precipita la enfermedad (…) Pasqual está muy estable. Tiene momentos mejores y momentos peores». Desde CiU se defendió también la libertad de Maragall de «ir donde quiera». El líder del PSC, Pere Navarro, que no da abasto para apagar incendios en su partido, optó por la prudencia y prefirió, desde el «respeto y afecto» hacia Maragall, no valorar la polémica. Por contra, Alicia Sánchez-Camacho (PP), apuntó que «en política no vale todo».