Al comunicado de ETA le pasa como al de enero: ha quedado puesto en evidencia por los hechos antes de ser publicado. Cuando el redactor de guardia lo estaba escribiendo, sus compañeros ya tenían planificado el asalto de Dammarie-les-Lys que terminó con el asesinato del policía. Son los hechos lo que cuentan y no la mala literatura.
Uno de los primeros y más populares ordenadores personales que salieron a la venta en España a principios de los años 80 fue el Spectrum. Aquel ordenador tenía un curioso programa para escribir discursos que funcionaba mezclando las mismas frases en diferente orden de manera que salieran distintas piezas oratorias, aunque ninguna de ellas, en realidad, tenía significado. Sólo tenía la apariencia de un discurso. Algo parecido pasa con el comunicado de ETA difundido ayer, domingo, que parece estar escrito con la máquina de no decir nada.
ETA mezcla las frases más de moda entre la izquierda abertzale en los últimos tiempos para aparentar que construye un discurso en el mismo registro expresivo que Batasuna, pero en el fondo sin decir nada. No hay ningún compromiso concreto sobre el fin de la violencia y el abandono de las armas. Sólo generalidades abstractas, igual que hizo en el comunicado de enero.
La banda reitera su «voluntad para resolver el conflicto» y dice que quiere alcanzar «una formulación consensuada» para que los vascos decidan su futuro «sin ningún tipo de límites ni injerencias» y «construir sobre bases sólidas el proceso democrático» que conlleve «las garantías» para que se pueda llevar a cabo ese ejercicio de decisión.
Si hubieran escuchado la canción de Joan Manuel Serrat titulada ‘Algo personal’, no se hubieran atrevido a escribir un párrafo como ese. El cantante catalán ya había hecho en la letra de esa canción una parodia de ese tipo de lenguaje vacío: «Pero, eso sí, los sicarios no pierden ocasión/ de declarar públicamente su empeño / en propiciar un diálogo de franca distensión / que les permita hallar un marco previo / que garantice unas premisas mínimas / que faciliten crear los resortes / que impulsen un punto de partida sólido y capaz / de este a oeste y de sur a norte, / donde establecer las bases de un tratado de amistad / que contribuya a poner los cimientos/ de una plataforma donde edificar /un hermoso futuro de amor y paz».
A este comunicado le pasa como al anterior difundido por ETA en el mes de enero: que ha quedado puesto en evidencia por los hechos antes de ser publicado. Este último escrito etarra está fechado el 10 de marzo y seis días más tarde ETA mataba a un policía francés. Cuando el redactor de guardia estaba escribiendo el texto, sus compañeros ya tenían planificado el asalto a la tienda de coches de Dammarie-les-Lys que terminó con el asesinato por vez primera de un policía francés. Son los hechos lo que cuentan y no la mala literatura. Por cierto, que la dirección de ETA ni siquiera ha tenido un mínimo de agilidad para hacer referencia al último tiroteo en Francia, a pesar de la trascendencia del episodio y a pesar de que han pasado seis días desde entonces. Es una muestra de la esclerotización de sus órganos de dirección.
Florencio Domínguez, EL CORREO, 22/3/2010