ABC – 06/11/15
· El Constitucional rechaza de forma unánime suspender la tramitación en el Parlamento catalán de la propuesta que da pie a la «desconexión democrática»
Desde la página 1 De nuevo unanimidad en el Tribunal Constitucional a la hora de afrontar el desafío independentista, que fuentes del Ejecutivo consideran ya la mayor amenaza en democracia. Sus once magistrados (la plaza del fallecido Luis Ortega todavía no se ha cubierto) acordaron ayer dar luz verde al Pleno del Parlamento catalán que el próximo lunes aprobará la propuesta de resolución que da pie a la «desconexión democrática» con el resto de España. Lo hicieron asumiendo el «riesgo» que entraña esa propuesta, que directamente llama a la desobediencia a las instituciones del Estado. Y también con «prudencia y determinación», como proclaman a modo de justificación (y, a la vez, de anuncio de sus próximas actuaciones) en los dos autos en los que avalan lo que supone el inicio del proceso de ruptura.
Aunque el TC reconoce que la ley permite suspender cautelarmente la ejecución de cualquier acto de los poderes públicos que sea objeto de un recurso de amparo, recalca que este Tribunal «siempre» ha destacado «como uno de los fundamentos del sistema democrático que el Parlamento es la sede natural del debate político y que el eventual resultado del debate parlamentario es cuestión que no debe condicionar anticipadamente la viabilidad misma del debate». Es decir, como adelantó ayer ABC, el órgano de garantías es partidario de que el debate se celebre y de que la posible inconstitucionalidad de la resolución de la ruptura se aborde en un momento posterior.
En este sentido, los magistrados dicen ser conscientes del «riesgo» de que en el Pleno del Parlamento de Cataluñadel día 9 se apruebe una resolución acorde con la propuesta tramitada (la hoja de ruta de la ruptura), pero esta circunstancia «no debe llevar a distorsionar el momento asignado por el ordenamiento constitucional a cada institución para ejercer sus competencias». Así, a día de hoy «es a la propia Cámara autonómica a la que corresponde velar por que su actuación se desarrolle en el marco de la Constitución».
Los magistrados insisten en que las Asambleas parlamentarias, en su condición de poderes constituidos, son las que «en primer lugar, deben velar por que sus decisiones se acomoden en todo momento» a la Carta Magna. Recuerdan, además, que «el contenido de las disposiciones, resoluciones o actos emanados de un poder público, cualquiera que sea, no menoscaba la integridad de las competencias que la Constitución encomienda a este Tribunal, que ejercerá cuando proceda, con prudencia y determinación». En este punto aluden a la actuación del Tribunal Constitucional cuando el 25 de marzo de 2014 anuló la resolución por la que se aprobó la declaración soberanista de Artur Mas.
Apenas unas horas antes de denegar la adopción de las medidas cautelares que Ciudadanos y PP habían solicitado en sus respectivos recursos de amparo, el Pleno del TC había admitido a trámite los escritos de estos dos partidos y el del PSC, que, a diferencia de los dos primeros, no solicitó la suspensión de la propuesta independentista de Junts pel Sí y la CUP.
«Excepcional y restrictivo»
El debate transcurrió sin fisuras entre los magistrados, que, con la misma unanimidad con la que admitieron a trámite los recusos de amparo, consideraron también que no procedía adoptar una medida de suspensión. No solo pesó en la decisión de los magistrados el carácter «excepcional» y «restrictivo» de las medidas cautelares en los recursos de amparo, sino las circunstancias en cuyo seno se habría producido, en su caso, la vulneración de derechos que la tramitación de la propuesta independentista habría tenido en diputados constitucionalistas: en el ámbito del debate parlamentario.
Para el Tribunal, el hecho de que no se adopten estas medidas cautelares no implica que el recurso de amparo pierda su finalidad, pues si finalmente el TC da la razón a los solicitantes –cuando aborde el fondo de sus recursos– ese amparo conllevaría la nulidad de todos los actos desde que esta propuesta inició su andadura parlamentaria. Es decir, todos los pasos que se dieron en su tramitación parlamentaria: el acuerdo de la Junta de Portavoces sin que estuvieran constituidos todos los grupos (faltaba el Popular) o el de la Mesa de la Cámara por el que se admitió a trámite un plan de ruptura de dudosa constitucionalidad.
El texto de los autos notificados ayer se midió al milímetro para conseguir esa unanimidad que hasta este momento se ha dado en todas las resoluciones vinculadas al desafío secesionista, como la declaración de soberanía o la convocatoria del referéndum ilegal que se celebró el 9 de noviembre de 2014. En este sentido se puede decir que el mayor empeño de los magistrados que conformaron el Pleno de ayer fue medir cada coma en sus dos resoluciones (la del PP y la Ciudadanos) para transmitir a la ciudadanía que la decisión que el TC tomaba era la correcta.
La pelota vuelve a su tejado
La pelota volverá a estar en su tejado el próximo martes, cuando el presidente del Gobierno, previa autorización del Consejo de Ministros, presente ante este mismo Tribunal su impugnación contra la resolución que será aprobada el lunes por el Parlamento catalán. En ese momento, y en virtud del artículo 161.2 de la Constitución, el plan rupturista quedará bloqueado durante al menos cinco meses.
ABC – 06/11/15