El terror golpea Paris en el peor atentado de la Historia de Francia

EL MUNDO – 14/11/15

· Es el mayor atentado de la Historia de Francia. No hay palabras que puedan describir lo sucedido en París. A la una y cuarto de la mañana, cuando se confirmaban ya decenas de muertos y heridos, las Brigadas de Intervención encontraban en el interior del Bataclan cerca de un centenar de cadáveres más.

· El desastre comenzó a partir de las 20 horas en los distritos 10 y 11 de la ciudad, en pleno centro de París.

· Una zona especialmente turística, con numerosos bares y locales que se encontraban llenos en esos momentos. Al mismo tiempo se producían varias explosiones en torno al Estadio de Francia, donde se jugaba un partido amistoso entre Francia y Alemania en el que se encontraba también el presidente François Hollande.

El terror se apoderó de la ciudad. «Fuimos a tomar una copa después del trabajo, como cada viernes. Estábamos en un bar y desde un coche empezaron a abrir fuego», contaba un testigo a Europe 1. Otro testigo describe una «carnicería», con decenas de cuerpos tendidos por la calle.

Las fuerzas del orden comenzaron a llegar a la zona cortando completamente el tráfico en torno al Canal de Saint Martin y el Boulevard de Voltaire, donde cuatro de los tiradores se ocultaron manteniendo retenidos a un gran número de personas que se encontraban en el interior de la conocida sala de conciertos Bataclán, con capacidad para más de 1.000 personas.

Un joven presente en el concierto de Eagles of Death Metal que en ese momento tenía lugar, contó que varios encapuchados habían entrado en la sala al grito de Alá Akbar (Alá es el más grande) al tiempo que abrían fuego. En torno a las 00:45h, las fuerzas del orden intervinieron acabando con tres de los terroristas. Ochenta inocentes fueron hallados muertos en el interior.

En torno al Estadio de Francia, en Saint-Denis, al norte de la ciudad, dos kamikazes hicieron explotar varias granadas que pudieron oírse desde el interior del estadio por las más de 80.000 personas que habían acudido a seguir el partido. La policía los mantuvo allí durante un par de horas para tratar de mantener la calma y estabilizar la zona ante el peligro de otro posible atentado.

«Hemos movilizado todas las fuerzas posibles para que pueda haber una securización de todos los barrios», declaró François Hollande en directo a la medianoche, donde en un comunicado en directo pidió a sus compatriotas tranquilidad, responsabilidad, unión y sobre todo confianza en las fuerzas del orden que fueron desplegadas por toda la ciudad, especialmente en las zonas del ataque.

El presidente de la República declaró igualmente el Estado de Emergencia en toda Francia, dando potestad a las fuerzas del orden para realizar registros y detenciones de emergencia, al mismo tiempo que se cierran lugares sensibles como estaciones de metro, locales y centros de reunión así como universidades y colegios. Las fronteras del país quedaron también cerradas no sólo para controlar las entradas sino no permitir que los culpables de la catástrofe pudieran salir. Todos los hospitales de Île de France se mantuvieron abiertos con la incorporación inmediata de más de 1.000 profesionales para ayudar en un terrible balance global de 118 muertos y varias decenas de heridos graves.

Durante más de cinco horas, las calles más vivas de París se encontraron completamente cortadas por un millar de fuerzas del orden que recomendaban a los ciudadanos volver a sus hogares o no salir de las estaciones de metro, que habían sido cortadas en un perímetro de varios kilómetros en torno a la estación de République. Los locales de la zona cerraron en ocasiones con todos sus clientes en el interior, como contaba a EL MUNDO Beatriz García, una camarera española que trabaja en un bar a cinco minutos a pie de Le Petit Cambodge, uno de los bares golpeados.

La policía ha puesto a disposición de los testigos un número de teléfono para reunir el máximo de información posible.

La incertidumbre se apoderó de la ciudad, donde los distritos securizados quedaron desiertos en un par de horas cuando el secuestro de la sala Bataclán era poco más que un rumor. Se hablaba de una decena de rehenes apesar de la enorme capacidad del conocido local. Minutos después de la una de la madrugada cuando se conocía la tragedia que había tenido lugar en el interior, a tan solo unos 500 metros de la readacción de Charlie Hebdo, François Hollande, Manuel Valls y Christine Taubira, ministra de la Justicia, se desplazaban hasta el lugar.

Al mismo tiempo el ministro del Interior Bernard Cazeneuve publicaba en su cuenta de Twitter su intención de plantar cara a este duro golpe: «Sí, Francia debe hacer frente. Compasión hacia las víctimas. Determinación para la guerra. Unidad de las autoridades y las fuerzas de seguridad». Francia comenzó el pasado mes de septiembre a bombardear los puntos claves del Estado Islámico en Siria, principalmente los centros de entrenamiento en los que el Ejecutivo galo afirma que se encuentran los yihadistas que se preparan para atacar Francia.

Un atentado múltiple con un sinfín de particularidades y donde el objetivo de los próximos días para los investigadores será saber cuál era el enlace de unión entre los terroristas, que aún no han sido identificados o detenidos en su totalidad, y cómo se habían coordinado entre sí para golpear prácticamente al mismo tiempo en zonas tan diferentes de París.

A diferencia de los ataques del pasado mes de enero, donde tres terroristas mataron a 17 ciudadanos por ser quienes eran o por lo que hacían, en esta ocasión el objetivo han sido los franceses en general. La intención era causar el pánico entre los que tan solo buscaban algo de diversión pero también el descontrol y máximo ruido posible en torno a una noche que quedará para siempre en la memoria de todos.

Simpatizantes de la organización yihadista Estado Islámico (IS, en sus siglas en inglés) celebraron los sangrientos atentados de anoche, en varias cuentas de las redes sociales. Precisamente ayer, se realizó el anuncio de la muerte por un drone de EEUU del verdugo del IS, Yihadi John. El bombardeo se enmarca dentro de la lucha de la coalición que lidera EEUU contra el IS, en la que participa Francia.

EL MUNDO – 14/11/15