El último minuto

ABC – 19/04/16 – IGNACIO CAMACHO

Ignacio Camacho
Ignacio Camacho

· Cuidado con los desenlaces del último minuto. Una semana en política es «molto longa», como los partidos del Bernabéu.

Atención al efecto del último minuto, en el fútbol y en la política. La Liga y la investidura se pueden decidir en la jornada postrera, si bien es cierto que el desenlace del campeonato y el de los pactos viven procesos inversos: uno se ha apretado al final, envuelto por sorpresa en la incertidumbre cuando parecía sentenciado, y el otro ofrece una apariencia cada día más despejada con la repetición electoral en el horizonte inmediato. Pero la última palabra no está dicha en ninguno de los campos. Una semana en el Congreso es mol

tolonga, como las eliminatorias en el Bernabéu. Consumado el referéndum de Podemos con el resultado búlgaro presumible, la única posibilidad de evitar las elecciones consiste en que Sánchez se desembarace de la alianza con Ciudadanos para explorar el acuerdo que le reclama Iglesias: un multipartito de izquierdas con la colaboración nacionalista. Ésa era de partida su intención preferente, embridada luego por la influencia de los dirigentes de la vieja guardia y los barones territoriales, en especial Susana Díaz, que obligaron al líder socialista a pactar en primer lugar con su propio partido. Fue la coalición

blanda, la fórmula más parecida posible al consenso moderado. Las ataduras orgánicas le dirigieron hacia Albert Rivera como solución para sostener sus aspiraciones presidenciales y asegurarse al menos la continuidad de su candidatura. Ése fue el acuerdo interno y Díaz no optará a las primarias para respetarlo. Pero como ninguna de las partes se atrevió a formularlo de manera expresa, el candidato se guardó una carta que acaso todavía trate de sacarse de la manga de su impecable camisa blanca.

Ese comodín pasa por convencer a Iglesias de que retire su exigencia de la autodeterminación catalana para sortear la prohibición del Comité federal a cambio de formar el modelo de Gobierno que reclama. La cobertura para la jugada la obtuvo en la consulta de febrero a las bases, en la que eludió someter a votación una propuesta cerrada. Con todo, es una apuesta difícil porque el mesías de Podemos ha olido sangre electoral y prepara, en convergencia con Izquierda Unida, un destrozo del PSOE.

Todavía no imposible, sin embargo, ante la perspectiva de que las urnas resuciten a Rajoy otorgándole la oportunidad de sucederse a sí mismo. Ese vértigo es la última baza del aspirante socialista, la que sostiene su actitud mendicante frente a las desdeñosas y reiteradas calabazas populistas. La cúpula de C´s se ha resignado a entender que su socio se lance a la intentona. Los riveristas confían en que fracasará pero no se llaman a engaño ante unos eventuales cuernos; consideran el asunto parte inevitable de la condición humana.

¿Probabilidades? A estas alturas ya no más de un diez por ciento. Pero no tenían muchas más el Real Madrid y el Atlético cuando hace un mes estaban a doce puntos del Barça…

ABC – 19/04/16 – IGNACIO CAMACHO