CRISTINA CASABÓN-ABC
- Estos campeones de la democracia quieren depurarnos sordamente, a base de cansancio e insomnio
Este complicado juego del veto a ABC, que es una censura gris y disimulada, matizada, lo organiza un tal Francesc Vallès, secretario de Estado de Comunicación que es famoso en su casa. No solo ha vetado a este periódico en el viaje de Sánchez a China, también ha impedido que le acompañemos en la gira presidencial por Chipre, Malta e Italia. Total, que pasaremos la Semana Santa en el bar Chicote, haciendo la croniquilla de la censura. El señor Vallès está muy preocupado, porque sabe que ABC es un castillo rockero. La prensa libre es una democracia de papel y es, ya digo, el plebiscito diario. No miento ni me apasiono si digo que la prensa es el Cuarto Poder, con mayúscula. Después del beso de la censura ya empiezo a creer que nosotros podemos quitar y poner, acabar con el oscurantismo o la idolatría al político. Creen en nosotros, o quizá temen al imperio altísimo de las águilas de Prensa Española.
Ayer me contaba un catalán el secretito de su quiosquero: hay gente que compra el ABC y lo esconde dentro de ‘El País’, porque vivimos tiempos de fanatismos y lectura clandestina. A mí lo que me parece raro de esta historia es que aún vendan periódicos en los quioscos. Hay un ambiente enrarecido, de siesta mal dormida y leyes de prensa heredofranquistas. Los de La Moncloa patrullan para erradicar la verdad de los quioscos y las librerías. Nos persiguen, nos calumnian, nos silencian, nos comparten, nos leen, nos aman, nos odian, nos vetan. En una palabra: nos tienen en cuenta. Hay que imaginarles precipitándose por los renglones, tratando de frenar las imprudencias del plumilla, al borde del infarto literario.
La Santa Transición nos trajo estos aires de libertad. Nos hemos creído lo del Cuarto Poder y que el periodista debe ser la prostituta más cara del político, porque lo decía Paco Umbral. Ahora, estos campeones de la democracia quieren depurarnos sordamente, a base de cansancio e insomnio. Bueno, pues no hemos ido a Italia, pero los corresponsales de bar nos hemos reunido en el Chicote para hablar de literatura y costumbrismo. Y en estas que por una puerta entreabierta ha salido don Camilo José Cela a dar una lección de Historia al personal.
Se conoce que un día don Camilo, con ojos de pez dramático y cabeza de caballo inteligentísimo, le dice a Arias-Salgado: «Nadie es capaz de recitar cinco ministros del XX. En cambio, los escritores nos los sabemos a todos. Dentro de cien años a usted le confundirán con Arias Navarro, pero yo estaré en los sellos de Correos». Cela hoy sigue vendiendo libros y ahora los del ‘NYRB’ nos pintan al autor de ‘La colmena’ como un antifranquista. Pues este indomable autor de fama internacional tiene 391 artículos publicados en ABC, y hasta aquí llegan las incongruencias del Gobierno y su veto al periódico con la más fina trayectoria literario/periodística. Pregunto inocentemente: ¿quién se acordará en cien años del señor Vallès, además de quienes no hemos podido viajar gratis a Italia?