Paloma Esteban-El Confidencial

A pesar de la simpatía que muestran hacia la formación que dirige Rivera, son muchos los que tienen dudas sobre qué partido apoyar, qué pacto prefieren e incluso si ir a las urnas

En la batalla electoral del 28 de abril, los potenciales votantes de Ciudadanos son, con diferencia, los más frágiles. ¿Qué quiere decir esto? Que son los que más dudas acumulan: a pesar de la simpatía que muestran hacia la formación que dirige Albert Rivera, más de la mitad no tiene decidido a quién apoyar, son los que menos seguridad demuestran a la hora de participar en el proceso electoral, muchos están divididos sobre qué coalición prefieren (si un pacto con el PP o con el PSOE) e, incluso, siendo parte del espectro del centro derecha están convencidos de que Pedro Sánchez ganará las elecciones. Es la radiografía que señala con claridad la tercera entrega del ‘tracking’ de IMOP Insights para El Confidencial.

Todos los indicadores señalan que los naranjas son los electores menos decididos, más desinteresados. La encuesta, elaborada entre los días 24 y 30 de marzo, acumula ya 2.800 entrevistas desde la primera entrega (que comenzó el día 17 del mismo mes). La particularidad de este ‘tracking’ es precisamente que cada día se suman 200 nuevas entrevistas, lo que permite ir conociendo la evolución del clima de opinión y el estado de ánimo de la ciudadanía a lo largo de la precampaña y campaña. La última entrega se dará el lunes previo a las elecciones.

Y es que estas dudas que muestran especialmente los electores del centro derecha serán clave de cara al resultado electoral. Aunque no solo en ese espacio ideológico: como publicó este diario, en torno a cuatro millones de personas tienen claro que irán a votar el día 28 de este mes, pero todavía no saben o no quieren desvelar a quién apoyarán. Son los verdaderos indecisos. Eso, unido a la amplia oferta de partidos que hay en este momento, con cinco formaciones significativas, hace que la volatilidad del voto sea muy alta. Y, probablemente, muchos de esos votantes se decidirán los días previos a la gran cita con las urnas. Puede ser el caso de muchos potenciales electores de Ciudadanos.

 

Por ejemplo, atendiendo a los datos de esta tercera entrega —que cuenta con 1.419 entrevistas— y, en concreto, a la inclinación de voto (la suma de la intención más la simpatía), los probables electores de Ciudadanos son los que menos claro tienen por quién decantarse. El 51,4% de ellos, más de la mitad, asegura no haberlo decidido aún. Porcentaje que en el resto de formaciones es notablemente inferior. Solo el 35,8% de los socialistas dice no tenerlo claro, el 35% en el caso de los populares, el 29,5% de los electores de Unidas Podemos y, en el caso de Vox, tan solo el 20,5% afirma no tener su voto decidido por ahora.

No solo eso. Con una participación calculada del 67% (en 2016, alcanzó el 69,83% sin el voto CERA), en torno al 68% de los potenciales votantes de Cs asegura que irá a votar con toda seguridad. Es decir: el 32% no está convencido de hacerlo. El porcentaje de convencidos para acudir a las urnas es, una vez más, inferior al de sus rivales. En el caso de Unidas Podemos, el 80% tiene clarísimo que votará. El 75,6%, en el caso de los potenciales electores socialistas, el 73% en el caso de Vox, y el 70,8% de los posibles votantes de Pablo Casado, que asegura que, con toda probabilidad, irá a votar.

Otro dato significativo que demuestra la fragilidad del votante naranja es la diferencia que existe entre la intención directa de voto y la simpatía que muestra por la formación. Mientras que los potenciales electores (datos ponderados) de formaciones como Unidas Podemos, PP y PSOE rondan el 80% en la intención directa de voto —en el caso de Vox, alcanza el 94%—, solo el 69% de los posibles electores de Rivera muestra esa intención espontánea de dar su apoyo al líder naranja. Una cifra que sube considerablemente, en comparación con sus competidores, cuando se trata de responder si los entrevistados tienen simpatía por el partido.

De hecho, los naranjas son los que más atracción consiguen en ese sentido. El 31% de los participantes reconoce tener simpatía por la formación de Rivera (posiblemente, por sus planteamientos moderados en muchos ámbitos, contentando a gente de espectros distintos), frente al 6% que dice tener esa simpatía por Vox, el 19% por Unidas Podemos, o el 22% por el PP y el 23% por el PSOE.

Ese es realmente el problema de fondo al que se enfrenta Rivera. Más allá de la simpatía que pueda recolectar entre muchos potenciales votantes, debe convencerlos de que se decanten por la papeleta naranja el día 28 de este mes. No será fácil si, como demuestra esta tercera entrega del ‘tracking’ que publica El Confidencial, dan por perdida tan pronto la partida. Dentro del bloque del centro derecha, solo el 8,4% de los votantes de Rivera cree que Ciudadanos podría ganar las elecciones, frente a más del 51% que piensa ya que Sánchez resultará vencedor.

División ante las posibles coaliciones

Hay una división evidente entre los posibles electores de Ciudadanos sobre el pacto poselectoral que preferirían tras pasar por las urnas. Eso sí, en esta tercera entrega del ‘tracking’ (que coincide de lleno con el ofrecimiento de Rivera a Casado para formar un Gobierno de coalición tras el 28-A) aumenta notablemente la preferencia por que los naranjas lleguen a un acuerdo con los populares. Si en la primera entrega de la encuesta (hace justo dos semanas) un 26,8% de los electores se mostraba conforme con este pacto, ya es el 39% el que se decanta por esta idea. En cambio, decrece la opción de que Vox forme parte del acuerdo (del 17,6% pasa al 14,4%).

Poco a poco, también baja la idea de una coalición con el PSOE. En la primera entrega, eran el 28,2% de los posibles votantes naranjas los que veían con buenos ojos un entendimiento entre Sánchez y Rivera. Dos semanas después, el porcentaje ya se sitúa en el 26,8%. Como era de esperar, la decisión del líder decantándose por un pacto con el PP para desalojar al socialista de la Moncloa ha surtido efecto y algunos de sus fieles parecen estar cada vez más de acuerdo. Aunque todavía tiene trabajo con buena parte de su potencial electorado.

El complicado espacio del centro

Por si todas estas dudas fueran poco, Ciudadanos se enfrenta a otro problema casi estructural. El autoposicionamiento ideológico de los que declaran en la encuesta haber votado a Rivera se sitúa de media en el 5,8 (en una escala de 1 a 10). Es decir, la formación naranja lucha por una bolsa de votantes que, en estos momentos, se disputa con el PSOE y que, por lo general, son personas despolitizadas y se sienten cómodas en una indefinición ideológica. Esto, como es evidente, dificulta la posible atracción de los electores.

Una cuestión que explicaría por qué el PP ha logrado frenar la sangría de votos hacia Ciudadanos (mientras que Vox la aumenta) sería también que los potenciales electores de Rivera han abandonado en parte el espacio de la derecha en favor de los votantes de estos dos partidos. En concreto, solo el 27,7% se sitúa en las posiciones de 6 y 7 en la escala de autoposicionamiento ideológico (10 sería lo más a la derecha posible), frente al 40% en el caso del PP. Es llamativo que el 16% de los posibles electores de Santiago Abascal también se identifica con esas dos puntuaciones (y crece con respecto a las dos anteriores entregas del ‘tracking’), lo que viene a confirmar que Vox compite por el mismo espacio que el PP y que muchos de sus electores no se consideran, ni mucho menos, de extrema derecha.