Elecciones para qué

ABC – 16/02/16 – IGNACIO CAMACHO

Ignacio Camacho
Ignacio Camacho

· Los españoles queremos repetir las elecciones… para volver a votar lo mismo. Esperamos que cambien los demás.

Una mayoría de españoles dice querer o esperar nuevas elecciones… para volver a votar lo mismo. No vale engañarse: el sectarismo de la clase dirigente no es más que el reflejo de su soporte electoral. Disconformes con el confuso resultado de las urnas, pretendemos volver a ellas para reafirmar nuestra opinión con la esperanza de que cambie la de los demás. Pero eso no va a suceder. No en grado significativo; es muy difícil que un pueblo se rectifique tan pronto a sí mismo.

El resultado de unos comicios repetidos no sería esencialmente diferente del de diciembre. Podría haber ciertos trasvases de votos en el interior de los dos grandes bloques ideológicos: entre el PSOE y Podemos –acaso el más beneficiado– y entre el PP y Ciudadanos. Retoques en la correlación de fuerzas que cambiarían un poco la distribución de escaños, pero no en la proporción necesaria para resolver el estancamiento con una mayoría natural clara. El bloqueo de la investidura no ha hecho sino aumentar la decepción de los electores con sus representantes, ahondar la desconfianza en el vínculo democrático.

Y los escándalos de corrupción aventados por los jueces en las últimas semanas colapsan cualquier posibilidad de avance del marianismo. Los dos partidos principales concurrirían además con los mismos candidatos, blindados al reconocimiento de su anterior fracaso. Ninguno de ellos está dispuesto a reconocer el problema esencial que explica su retroceso, y que no es otro que el abandono y deserción de unas generaciones hastiadas. Por debajo de la franja de los 50 años, que sostiene al bipartidismo, no va a funcionar el voto del miedo. Los más jóvenes no tienen miedo a Podemos, ni siquiera los que no lo votan. Y en cambio sienten un rechazo visceral a lo que llaman la vieja la política. Es temprano para que acepten que la nueva tiene los mismos vicios que la antigua.

La repetición es el clavo ardiendo al que se agarran muchos simpatizantes de la derecha para escapar del fantasma frentepopulista. También el Gobierno, reacio a comprender que Rajoy ha perdido la iniciativa y que Pedro Sánchez, aunque fracase en su intento, ha ganado posiciones de relevancia para competir mejor en otra partida. En los sectores que han mantenido su apoyo al PP hay un sentimiento de frustración ante lo que consideran el robo de una victoria; corta y menguada, pero victoria. No parecen darse cuenta de que en este momento la decisión de regresar a las urnas está en manos de Pablo Iglesias. Y que sólo la tomará si entiende que le beneficia. Si atisba que en vez de a una vicepresidencia puede optar al premio gordo.

Su arrogante oferta de máximos al PSOE sugiere que pretende hacerlo. Pide las llaves del poder bajo amenaza de forzar el nuevo reparto de cartas. Pero la realidad es la que es: nosotros, los españoles, seguimos siendo los mismos que hace seis meses. El problema está en la baraja.

ABC – 16/02/16 – IGNACIO CAMACHO