ABC 12/12/14
· La asociación lanzó un mensaje de lealtad a la Corona en un acto ante 300 personas
Bajo la premisa que la ruptura con España solo puede tener consecuencias negativas, Empresarios de Cataluña se presentó anoche oficialmente en un acto celebrado en un hotel de Barcelona, al que asistieron más de 300 personas. Esta asociación, formada por un centenar de empresarios, rechaza el proceso secesionista liderado por el presidente catalán, Artur Mas, y defiende la unidad de España. Así consta en el manifiesto que el vicepresidente primero de la entidad, José Bou, leyó ante los presentes. La entidad lanzó un mensaje de lealtad a la Corona aprovechando la presencia del Rey en Barcelona.
«El Gobierno de la Generalitat no puede ni debe abandonar los principios de legalidad y neutralidad, si no nos quiere llevar a un gravísimo callejón sin salida», afirma el citado manifiesto. Añade que «no se puede seguir perjudicando ni poniendo en riesgo las relaciones con nuestros clientes, proveedores, fuentes financieras, inversores y socios del resto de España, los cuales contemplan con preocupación y estupor la evolución de este proceso secesionista».
Salida de la UE
Advierten de que «nuestra separación del resto de España significaría la salida de la Unión Europea y sus organismos e instituciones (Banco Central Europeo y Banco Europeo de Inversiones) y restantes tratados y mecanismos que contribuyen al desarrollo económico y social de Cataluña (Tratado Schengen, Fondos de Cohesión, Estructurales y de Medio Ambiente…)». Esta plataforma, liderada por el empresario Mariano Ganduxer, presidente del Grupo Bonanova, sostiene que «la separación de Cataluña del resto de España supondría la desaparición de la libre circulación de personas, mercancías y capitales y significaría un colapso económico por pérdida de mercados, pérdida de financiación, fuga de capitales, deslocalización de empresas y aumento del paro». Avisan de que «los graves problemas de financiación de las empresas catalanas se acrecentarían en el caso de secesión», por lo que ven «necesario frenar la creciente confrontación en la vida diaria generada en el seno de la sociedad por el proceso secesionista que se ha trasladado también a las empresas, con las consecuencias económicas y sociales que afectan negativamente a la convivencia y a la competitividad». La mayoría de los asistentes al acto pertenecían al mundo empresarial y universitario, pero también a partidos como PP y Ciudadanos, y dirigentes de Sociedad Civil Catalana, plataforma contraria a la independencia.