En la arcadia feliz de Podemos

RAMÓN PÉREZ-MAURA – ABC – 17/12/16

· Te roban la cartera. Pero para Rita Maestre eso no es óbice para considerar los resultados como «muy buenos».

Madrid es uno de los ejemplos de lo que puede ser estar gobernado por Podemos. Hay muchos otros en España, pero el que sea la capital de la nación da un valor añadido a lo que aquí padecemos. Desde hace meses la fachada del Ayuntamiento en Cibeles luce una pancarta en la que se lee «Refugees wellcome» que es una perfecta metáfora de una alcaldesa que incluso ha ido a la Santa Sede a pontificar sobre la acogida de refugiados. Dicho desde un ayuntamiento en el que no parece querer refugiarse casi ni uno.

La última gran iniciativa podemita ha sido la de «peatonalizar la Gran Vía», alegoría que esconde la realidad: cerrar ese eje madrileño al tráfico de los vehículos del común. Y de peatonalizar, nada de nada. Porque dígame alguien del Ayuntamiento quién va a pasear por la calzada de la que se han retirado los coches particulares si por allí siguen circulando autobuses, taxis, vehículos de reparto, vehículos de uber, motos, coches eléctricos… Es decir, que quien crea que puede caminar por el centro de la Gran Vía madrileña hoy en realidad se está jugando la vida. Pero queda tan bonito proclamar que has prohibido el tráfico de vehículos contaminantes y de propiedad privada… El concepto lo tiene todo: fuera la polución y la iniciativa privada. Es una perfecta metáfora del podemismo.

Luego viene una segunda parte, que son los aparcamientos privados. A estos sólo pueden acceder quienes tengan una plaza fija de residente en ellos. Lo que quiere decir que los titulares de las concesiones de esos aparcamientos públicos se quedan sin la mayor parte de sus clientes. Cuando uno concursa y gana una concesión, lo hace calculando los ingresos que puede obtener en la explotación de ese lugar durante los años de la concesión. Lo que no es ni imaginable es que el mismo organismo público que fija las condiciones del concurso público que tú has ganado al quedarte con el aparcamiento cambie luego las condiciones de explotación y tú pierdas los ingresos con los que debes compensar la inversión que has hecho. Pero como esas concesiones son inversiones privadas, que les vayan dando.

Añadamos a ello la información publicada ayer en ABC sobre el auge espectacular de la delincuencia en la Gran Vía en los días en que ya ha estado cerrada al tráfico. Un 80 por ciento más que hace un año en el mismo periodo. ¿Puede discutirse el dato? Desde luego. Porque, a pesar de lo apabullante de la cifra y lo que representa, Rita Maestre sostiene que los resultados «serán muy buenos» porque son muchos los que «han podido salir a pasear por la Gran Vía con bolsas de compra en la mano y haciéndose fotos». ¡Acabáramos! Debe de ser que hasta ahora nadie podía hacer eso. Yo más bien creo que sí, que había mucha gente con bolsas y haciéndose fotos. La diferencia está en que ahora, mientras tienen las manos ocupadas, les roban la cartera. Pero para Rita Maestre eso no es óbice para considerar los resultados como «muy buenos».

Confieso que es raro el día que yo paso por esa gran arteria madrileña. Probablemente no lo haga más de 15 o 20 veces al año. Por lo que no estoy denunciando un agravio personal. Trabajo y vivo tan lejos de allí que hasta soy vecino de la alcaldesa en un barrio periférico de la capital –y creo poder decir que nada podemita. Pero pienso que la Gran Vía es una arteria fundamental de nuestra capital. Y esto es el anticipo de lo que viene: su definitivo cierre al tráfico privado y su degradación.

RAMÓN PÉREZ-MAURA – ABC – 17/12/16