TONIA ETXARRI-EL CORREO

  • Los constitucionalistas solo apoyarían a Illa en Cataluña si se aviene a pactar con ellos

El temor a que el porcentaje de abstención de voto suba hasta límites preocupantes ha provocado un intenso arranque de campaña electoral en Cataluña en el que todos van contra todos, situando al exministro de Sánchez en el centro del huracán. Los independentistas, movilizados frente a Illa, se pelean entre sí a cara de perro por el liderazgo de su movimiento. ERC contra Junts per Cat. Y viceversa. Y los dos contra Illa forzando una polarización de la que pueden salir beneficiados quienes han desgobernado en la Generalitat. El PP reivindicándose como la referencia constitucionalista sin perder de vista a Vox, a quien las encuestas auguran grupo propio en el Parlamento. Los comunes queriéndose desmarcar de los socialistas, con quienes gobiernan en La Moncloa mientras esperan ser el tercer invitado del próximo Gobierno y Ciudadanos creyendo aún que pueden hacer cambiar a los socialistas.

Un ambiente condicionado por la salida a la calle de los presos del ‘procés’, que exhiben su tercer grado por obra y gracia de la Generalitat que ha desafiado al Tribunal Supremo, confiados en que pasarán días entre el recurso de la Fiscalía y la impugnación. Que les quiten lo bailado. El victimismo cotizará al alza y les resultará rentable en las urnas el 14 de febrero. El ‘efecto Illa’, esa ocurrencia del laboratorio de Moncloa, se ha visto enseguida eclipsado por el efecto de los presos del ‘procés’. Los independentistas, cuya capacidad de respuesta no debería ser infravalorada, han echado el resto poniendo a los presos en la calle. Junqueras es, en sí mismo, el ‘golpe de efecto’ de ERC.

Veremos en qué posición queda el PSC en las urnas. Solo si ganase con una notable diferencia respecto al segundo Illa estaría en condiciones de poder elegir. ¿Gobernar con los comunes de Podemos y ERC? Si el trofeo se lo llevan los independentistas, aunque mal avenidos, no descartan volver a gobernar juntos si sus resultados suman. La apuesta de Sánchez por Illa tiene largo recorrido aunque pretende cobrarse los réditos en el nuevo gobierno de la Generalitat. Para amarrar a ERC en Cataluña y como socio del gobierno de La Moncloa. Para sumar más votos, los socialistas necesitan que cuaje su opción como una alternativa ‘transversal’ . Y recuperar los miles de votantes que se les fueron a Ciudadanos. Pero ¿lo es el actual PSC? ¿Es transversal? El mismo PSC que participó en las manifestaciones de octubre del 2017, convocadas por Societat Civil Catalana ya no es el que fue. De aquel PSC de las manifestaciones en las que participaron Borrell y el propio Illa junto al PP y Ciudadanos con un discurso radical contra el independentismo, solo queda la foto y el recuerdo.

Por lo tanto, ¿apoyarían los constitucionalistas a Illa si los resultados le sitúan en posición de salida? Todos coinciden en que Illa sería «el mal menor», pero para apoyarle debería comprometerse a pactar con ellos, claro está.

¿Qué es la ‘vía Illa’ más que el brazo alargado de Sánchez? Illa no es independentista. Cierto. Tampoco lo es Sánchez. Pero, al igual que Sánchez, no tendrá problemas para pactar con los independentistas. Aunque esté diciendo lo contrario en la campaña. Las alianzas en Navarra ya desvelaron su hoja de ruta. Descartado cualquier pacto con el centro derecha. Sánchez solo busca adhesiones de Ciudadanos, pero no alianzas constitucionalistas. Illa no hará nada diferente.