SANTIAGO GONZÁLEZ 17/02/13
El diario Deia nos ilustra hoy con un asunto de mucho interés para sus lectores más característicos: El primer golpe de Estado de la Historia de América lo dio un vasco: el rico hacendado vizcaíno Gabriel de Yermo, un hacendado que, al frente de 300 hombres, depuso al virrey José de Iturrigaray Aróstegui y puso en su lugar a Pedro de Garibay. A virrey muerto, virrey puesto, podríamos decir.
No se trata de una exaltación del golpe de Estado en sí mismo, sino del afán inaugural de la Historia que gusta tanto al nacionalismo. Lo notable del caso es que, tanto el virrey depuesto, como el puesto y el golpista, eran los tres vascos. Quizá lo era menos el saliente, a quien la información tilda de ‘gaditano de origen vasco’. El mapamundi de Bilbao. La costumbre se ha mantenido hasta ayer mismo, adaptándose a los tiempos. Cuando ETA asesinaba, el árbol genealógico vasco era una planta que daba asesinos en unas ramas y víctimas en las otras.
Mientras, el país de los vascos era el piso piloto del golpismo. Ahí está el precedente de Lope de Aguirre, el traidor, dando chicharrón a Pedro de Ursúa, que era navarro. (Juaristi ya había negado la independencia originaria de los vascos, que eran secretarios -y soldados- de la Corona).
Aunque aquello no pudiera calificarse técnicamente de golpe de Estado, estaban los ingredientes. Hacendados vascos participaron con entusiasmo en la tarea de desestabilización que hizo posible el golpe de Estado de Pinochet contra el Gobierno de Salvador Allende, en Chile. La mayor parte de ellos habían sido fugitivos del la guerra civil, que se fueron a Chile en el Winnipeg, el barco fletado por Pablo Neruda. A su llegada a Valparaíso en septiembre de 1939 fueron recibidos por Pedro Aguirre Cerda que presidía un Gobierno de Unidad Popular. Tuvo como ministro de Salubridad Pública a un joven Salvador Allende Gossens.
Si uno repasa los apellidos de los militares golpistas de Iberoamérica se encuentra uno con un puñado de apellidos vascos: Garrastazu, Bordaberry, Uriburu, Aramburu, Velasco y Pinochet Ugarte, también de ascendencia vasca, como su más notable víctima, el ya citado Salvador Allende.
SANTIAGO GONZÁLEZ 17/02/13