Ensayo de la ‘lucha’ sin cócteles molotov

EL MUNDO 20/04/13

Los radicales obedecen a sus líderes y no agreden a los agentes, a los que llaman «asesinos»

«Un ejemplo por el cual se tiene que caminar en el futuro», resumió el dirigente de Sortu Joseba Álvarez una vez disuelta la acampada que se alargaba desde el 9 de abril en el centro de San Sebastián. La izquierda abertzale -y con ella la Ertzaintza- había ensayado con éxito lo que él llamó «un nuevo estilo» de movilización: la pacífica. Donde antes se hubieran cruzado cócteles molotov y pelotas de goma, ayer sólo hubo cuerpos sentados y ertzainas levantándolos.
A las 6.05 horas de la mañana, más de una veintena de furgones de la Ertzaintza se desplegó en torno a la concentración. La aislaron con un cordón -el tráfico quedó cortado- e informaron con un megáfono de que iban a detener a los reclamados. El senador Urko Aiarza (Amaiur) conversó con los responsables policiales para asegurarles que los concentrados no se mostrarían agresivos, sino que ofrecerían resistencia pasiva. También los organizadores advirtieron a los concentrados de la consigna: «quien se mostrara violento sería señalado como policía infiltrado».
Así que se sentaron en el suelo, rodeando a las personas buscadas, y a lo largo de más de dos horas fueron levantados uno a uno y llevados al otro lado del cordón, entre gritos de «la lucha es el único camino», «el pueblo no perdonará», «Estado español, estado terrorista» o «asesinos». También les gritaron «Guau guau» (a los policías, ETA siempre los ha llamado «perros»), mientras Álvarez se colocaba entre unos y otros pidiendo tranquilidad a los más exaltados.
Aunque, por supuesto, la izquierda abertzale habló de una actuación policial «dura», lo cierto es que no hubo incidentes reseñables, más allá de dos arrestados por atentado a la autoridad. Los seis condenados -Egoi Alberdi, Mikel Arretxe, Oier Lorente, Adur Fernández, Aitor Olaizola y Ekaitz Ezkerra- fueron trasladados a la prisión de Martutene. Al cierre de esta edición, aún no habían sido detenidos los dos condenados restantes -Nahikari Otaego e Imanol Vicente-, que no participaron en la protesta por «motivos personales».
Miles de personas protestaron por la tarde en San Sebastián con consignas como «PNV, ata a tus perros». La marcha se vio coronada por la nueva consigna, a cargo de Urko Pikaza, uno de los siete jóvenes absueltos por el Tribunal Supremo: «Acabar con los juicios políticos con desobediencia activa y pacífica».