Tras reunirse la dirección del partido, el portavoz republicano consideró que estos alcaldes hacen honor a las trayectorias socialista y catalanista del PSC: «Damos la bienvenida a los demócratas vengan de donde vengan. Lo que hacen es honrar la historia de su partido».
Por el contrario, Rufián criticó la actitud del líder de la formación, Miquel Iceta, y la del alcalde de Cornellà de Llobregat y veterano dirigente del PSC, Antonio Balmon, por oponerse al referéndum y enviar instrucciones a los concejales socialistas para que no colaboren con él. ERC considera que lo que hacen es «olvidarse de la dignísima historia del PSC».
Rufián se mostró convencido de que los dirigentes de En Comú, el partido construido en torno a Ada Colau, acabarán por sumarse al referéndum y, en este sentido, solicitó a la formación que lidera Xavier Domènech que se sume al acto que tendrá lugar el próximo 4 de julio para explicar los detalles de la celebración de la consulta. Fue crítico, no obstante, porque les echó en cara que la valentía únicamente la haya tenido Podemos en Cataluña –liderada por Albano Dante Fachín–, que sí avala la convocatoria para el 1 de octubre.
Estas contradicciones entre la izquierda fue el argumento que destacó ayer el presidente del PP catalán, Xavier García Albiol. «No tenemos una izquierda coherente y con discurso sobre España como nación», dijo García Albiol, para quien es muy grave que estos alcaldes socialistas no sólo no estén en contra de la celebración del referéndum, sino que estén dispuestos a permitir que se celebre en sus municipios. «El Partido Socialista ha perdido sus orígenes y sus bases», agregó.
Desde Madrid, el PP también quiso ayer incidir en la división interna a la que se enfrentan los socialistas catalanes por la actitud de los alcaldes rebeldes. «El hecho de que el PSC esté de muleta de los independentistas es algo que a más de un socialista sonrojaría y, probablemente, a algún que otro socio de la Internacional Socialista y del Partido Socialista de Europa», concretó el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado.
Según el portavoz popular, el origen tanto de los problemas del PSOE con Cataluña como del mismo proceso soberanista está en la política de José Luis Rodríguez Zapatero y sus promesas a Pasqual Maragall en el contexto del reforma del Estatut.
Por su parte, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, manifestó que la deriva de los socialistas viene de las nuevas tesis del PSOE de Pedro Sánchez, dispuesto a reconocer a España como una «nación de naciones».
«La nación de naciones del PSOE lleva a esto por parte de sus cargos públicos en Cataluña. Apoyo de sus alcaldes al referéndum separatista», escribió el líder de la formación naranja en su cuenta de Twitter al comentar las declaraciones del alcalde de Blanes, Miquel Lupiáñez.
Rivera hizo alusión a la propuesta que aprobó el PSOE en su último congreso para impulsar una reforma constitucional que reconozca a España como un Estado plurinacional, como razón de ser de la actitud de algunos alcaldes socialistas.