El Mundo 29/11/12
Se ofrece a apoyar los presupuestos «siempre que CIU rediría su política social»
El líder de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, se comprometió ayer a «no poner trabas» a la investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat, y a darle estabilidad parlamentaria. Sin embargo, Junqueras no está dispuesto a compartir Govern con CiU, como pretende la federación nacionalista, que quiere repartir el impacto de los «inevitables» recortes tras su batacazo electoral del pasado domingo.
Mas y Junqueras iniciaron ayer las conversaciones formales para la formación del nuevo Gobierno catalán. Pese a su fracaso electoral -perdió 12 de sus diputados-, el president en funciones insiste en celebrar la consulta independentista que le llevó a adelantar las elecciones más de dos años. Y, por ello, busca en primera instancia la colaboración de ERC.
Los líderes de las dos primeras fuerzas de Cataluña almorzaron en el Palau de la Generalitat, en lo que supuso sólo «una primera toma de contacto», según fuentes conocedoras de la reunión. Allí fue donde Junqueras transmitió a Mas que ERC no formará coalición con CiU, pero que está dispuesta a facilitar su investidura y a darle estabilidad parlamentaria, porque pese a su descenso «ha ganado ampliamente las elecciones».
Él se reserva el papel de «jefe de la oposición». En su opinión, da «una imagen muy eficiente que el presidente de un país y el jefe de la oposición demuestren al mundo que son capaces de ponerse de acuerdo en grandes temas».
Esos asuntos prioritarios son, según Junqueras, la investidura de Mas, los presupuestos, la proyección exterior y el proceso hacia el referéndum. La aprobación de las cuentas es en este caso el quid de la cuestión, y el líder de ERC adelantó en Catalunya Ràdio que está dispuesto a propiciarla, pero siempre que CiU «redirija su política social».
En cuanto a la consulta, fuentes del partido republicano la consideraron «urgente» y esperan de CiU que cumpla su promesa de organizarla en la próxima legislatura. El propio Mas ha enviado una carta a los militantes de la federación para garantizarles que eso sucederá. Junqueras le exigirá que, para llegar a cualquier tipo de acuerdo, ponga una fecha más o menos concreta.
En cualquier caso, CiU preferiría que ERC entrara en el Govern, porque así se repartiría con los republicanos el desgaste que provocan los recortes, que el equipo de Mas juzga «imprescindibles». El portavoz del Ejecutivo catalán, Francesc Homs, ha cifrado esta misma semana en 4.000 millones de euros el ajuste pendiente para 2013.
La batería de medidas que los republicanos pondrá sobre la mesa parece en principio inasumible para CiU: quieren recuperar el impuesto de sucesiones, acabar con el euro por receta o implantar la euroviñeta para gravar el tráfico pesado por carretera. Además, pretenden que CiU rompa los pactos que tiene con el PP en ayuntamientos importantes y en la Diputación de Barcelona.
La otra opción de CiU es el PSC. Los socialistas no parecen demasiado dispuestos a llegar a ningún pacto con los nacionalistas, porque no coinciden ni los planteamientos ideológicos ni los nacionales. «CiU es de derechas e independentista, y nosotros somos de izquierdas y federalistas», ha dicho el líder del PSC.