ERC supedita la gobernabilidad al referéndum

EL MUNDO 26/03/13

· Junqueras entrará en el Govern si fija fecha y romperá con CiU si aplaza la consulta.

Aunque no acabó de iluminar el escenario, Oriol Junqueras arrojó ayer un poquito de luz sobre el confuso panorama político de Cataluña. El líder de Esquerra desveló por fin cuál es su condición para aceptar la oferta de entrar en el Govern que le ha reiterado Artur Mas. Los republicanos se unirán al Ejecutivo si «se fija una fecha no muy tardía para celebrar la consulta» y si este referéndum se convoca con «una pregunta clara y concreta».

Junqueras también se mostró inequívoco respecto a su actual pacto de gobernabilidad con CiU. ERC apoya al Govern de Mas, que sólo tiene 50 diputados, desde el Parlament. Pero si a los convergentes se les ocurre aplazar la celebración del referéndum más allá del año 2014, los republicanos romperán ese acuerdo sin que les tiemble el pulso.

Ahora, la pelota está en el tejado de Artur Mas, quien tiene dos opciones. Primera: acepta las condiciones de Junqueras y convoca el referéndum, pero a cambio rompe los puentes que su Govern acaba de tender con el Gobierno de Mariano Rajoy. Esta ruptura, implicaría la agudización de la asfixia financiera de la Generalitat.

Segunda: Mas puede aplazar la consulta o convocarla, pero como si se tratase de un mero trámite con una pregunta descafeinada. Eso podría complacer al Gobierno, que se estiraría más económicamente con la Generalitat y podría incluso ofrecer un mejor sistema de financiación para Cataluña. Esta opción comportaría la ruptura del pacto de CiU con ERC y obligaría a Mas a buscarse un nuevo socio o, en caso de no encontrarlo, a convocar otra vez elecciones anticipadas.

De hecho, Mas ya invitó la semana pasada, además de a ERC, al PSC a entrar en el Govern. Los socialistas se muestran muy reticentes, pero también ayer, su líder, Pere Navarro, desveló cuáles son sus condiciones para pasar a formar parte del Ejecutivo: «Becas comedor, que se pague al tercer sector y que se luche contra el paro».

Además de expresar sus condiciones, Navarro lamentó que la oferta de Mas le haya llegado por la prensa y no por un canal oficial y, dicho esto, invitó al presidente de la Generalitat a plantear una cuestión de confianza en el Parlament «para que se vea con qué apoyos cuenta».

Para Artur Mas tampoco es tan sencillo cumplir con las condiciones que le planteó Navarro. Seguro que el president estaría encantado de dar becas comedor o de pagar al tercer sector, pero no puede, porque en las arcas de la Generalitat no hay ni un euro. Y ése es su gran problema.

El Govern, cuyas cuentas se prorrogaron en diciembre, necesita aprobar el presupuesto para este año. Y para ello precisa de un socio en el Parlament. ERC se ofreció cuando Mas y Junqueras firmaron el acuerdo de estabilidad para esta legislatura. Pero el presupuesto debe reflejar, para cumplir con el objetivo de déficit, un recorte de 4.400 millones de euros. Eso ha echado para atrás a Junqueras, que sabe que su electorado no verá con buenos ojos que secunde los ajustes.

El líder de ERC lleva varias semanas insinuando que su partido podría no apoyar las cuentas de Mas. Ayer no aclaró el asunto. Durante una comida organizada por la Cámara de Comercio, Junqueras se mostró muy ambiguo al respecto y señaló que votar o no a favor del presupuesto «dependerá de lo que sea más útil para que la gente tome conciencia del grave problema en el que estamos».

Junqueras improvisó su discurso que, quizá por eso, fue un tanto errático e inconexo. El republicano, que habló después de comer, utilizó en hasta siete ocasiones la coletilla «ahora decíamos en la mesa…» y así fue enlazando temas tan variados como el de las monedas de cobre y oro en la España del siglo XVI o el ritmo del vals, pero al final llegó a la conclusión de siempre: «El Gobierno español expolia a Cataluña y la independencia es la única alternativa para salvar la economía catalana».

El republicano, que es doctor en Historia del Pensamiento Económico, demandó que el referéndum independentista se celebre en Cataluña antes que en Escocia, donde se ha fijado para el 18 de septiembre de 2014. También aportó un nuevo argumento al debate independentista. Los contrarios a la secesión vienen diciendo que la separación de Cataluña del resto de España sería un desastre porque implicaría la salida de los catalanes del euro. Junqueras sugirió ayer que, visto lo que ha ocurrido en Chipre, quizá es mejor estar fuera que dentro de la moneda común.

Por último, se refirió a la posibilidad de un adelanto electoral. Es una opción que planea sobre la política catalana, pero que Mas no desea, porque las encuestas vaticinan una caída, incluso un desplome de CiU. A ERC le iría mejor que el pasado 25 de noviembre. Ahora tiene 21 diputados. Podría llegar a rondar los 30. Pero Junqueras es consciente de que esa representación no le permitiría ni gobernar ni tomar decisiones. «No queremos elecciones anticipadas para tener más diputados. Lo que queremos es salvar nuestro país», concluyó.

EL MUNDO 26/03/13