España en el candelero

JOSÉ MARÍA CARRASCAL – ABC – 30/11/15

· La crónica de Rafael Minder, el corresponsal del NYT, no dice nada nuevo al lector español, pero sí al norteamericano.

Una de las cosas que más me venía asombrando era que apenas se hablaba de España en la prensa norteamericana. No es que me disgustase, al revés. Cuatro décadas de corresponsal en el extranjero me enseñaron que los países que hacen titulares son los más desgraciados, mientras que de los que viven en paz y prosperidad nadie habla.

Pero en el nuestro están pasando cosas importantes desde hace meses y, nada, como si fuéramos Suiza. La atención la acaparan Ucrania, Siria o el terrorismo. Para que, de repente, este domingo, el New York Times nos salga con una larga crónica de su corresponsal y un sorprendente artículo en las páginas de opinión, con un título que lo dice todo: «España ayer, Siria hoy». Su autor, Ross Douthat, establece un paralelismo entre la guerra civil española y la que se libra en Siria entre el salafismo de los estados del Golfo y el chiísmo iraní, con toda la crueldad que envuelven los conflictos religioso-civiles y el añadido de las dos grandes potencias, Rusia y Estados Unidos, apoyando a una y otra parte.

Hay muchos agujeros en esa teoría, empezando porque no incluye al tercero en discordia, Estado Islámico, que amenaza a todos, y terminando porque esta guerra no se libra sólo en Siria, sino también en Occidente. Tampoco se tiene en cuenta lo que advirtió el historiador alemán Golo Man: que nuestra guerra fue española en su génesis, desarrollo y desenlace, mientras la siria ha sido internacional desde el comienzo. Pero hay también aciertos, como que nuestra guerra se confinó a nuestro territorio y fue relativamente corta, mientras la siria lleva diez años y no se sabe cuánto durará. En cualquier caso, este análisis se sale de los corrientes.

La crónica de Rafael Minder, el corresponsal del NYT, no dice nada nuevo al lector español, pero sí al norteamericano, al contar la ascensión vertiginosa de Albert Rivera y Ciudadanos, hasta convertirse en «pivote de la izquierda y la derecha, para decidir quién gobernará a partir del 20 de diciembre». La clave de ese despegue ha sido su capacidad de succionar votos al PP, al PSOE y a Podemos, que fue el primero en desafiar a los dos grandes partidos, desde el descontento ciudadano por la crisis económica y la corrupción rampante.

Su ultra-izquierdismo, sin embargo, ha terminado pasándole factura frente a la moderación pragmática de Ciudadanos, situado en el «centro-centro», donde se ganan las elecciones en los países de tradición democrática. Lo que Minder olvida es que la indefinición del programa de Ciudadanos no cae bien en un pueblo que «llama al pan pan, y al vino vino», algo que políticamente puede traducirse en estar a favor o en contra, no en medio. Sin duda, Rivera cae mejor que los demás líderes, pero los españoles no queremos encontrarnos con la sorpresa de haber votado a alguien con quien no contábamos.

Aunque lo mejor de ambos análisis es que apenas citan a Cataluña. Tanto dinero gastado mundo adelante, para esto.

JOSÉ MARÍA CARRASCAL – ABC – 30/11/15