J. R. ALONSO DE LA TORRE-El Correo

Urgencias. Hospital de Coria. Diecisiete personas aguardando un diagnóstico. La mayoría son turistas paisanos: descendientes vascos, catalanes y andaluces de emigrantes extremeños. España resumida en la sala de espera de un hospital rural. Un caballero de Granollers saca un bocadillo de morcilla patatera. Está a punto de hincarle el diente, pero reflexiona y ofrece: «Si gustan». Agradecemos el detalle a coro: «Gracias, que aproveche». Diversas encuestas concluyen que España es el país europeo más enfrentado ideológicamente. Una señora, a la que no han debido de encuestar, nos cuenta su operación de pecho y escuchamos con cariño. A una joven le llega un audio desde Elgoibar pidiendo una receta de gazpacho. Inmediatamente, le hacemos tres propuestas. Estornuda un anciano sevillano y resuenan tres Jesús. La de Elgoibar se asusta y busca a Jesús. Todos reímos. Cuando vivir es una urgencia y no un juego de ideologías, los españoles nos llevamos bien.