España entrega todo el poder a Rajoy para que plante cara a la peor crisis de su historia

EL CONFIDENCIAL, 21/11/11

«Sé muy bien lo que nos toca, pero no va a haber milagros», advirtió anoche Mariano Rajoy tras lograr el mayor triunfo electoral en la historia del PP, consciente de la hercúlea tarea que tiene por delante si quiere sacar a España de la crisis más grave de las últimas décadas.

El líder popular culminó ayer, al tercer intento, una larga travesía del desierto que ha durado casi ocho años, alcanzando una mayoría absoluta aplastante (186 escaños, tres más que José María Aznar en 2000) a lomos del hartazgo de millones de ciudadanos asfixiados económicamente y del hundimiento de un PSOE al que Alfredo Pérez Rubalcaba ha conducido a su derrota más humillante: 110 diputados (59 menos que en las últimas elecciones), el peor resultado cosechado jamás por los socialistas.

Los sondeos se cumplieron a medias: todos pronosticaban una abrumadora victoria del PP (que ha obtenido 10 escaños por encima de la mayoría absoluta), pero casi ninguno anticipó el desplome sin precedentes del PSOE (ocho diputados por debajo de su hasta ahora peor registro, en 1977); ni el triunfo de CiU en Cataluña, que se impone por primera vez al PSC en unas generales y deja muy tocadas las aspiraciones de Carme Chacón de liderar el PSOE; ni siquiera la magnitud de la resurrección de IU (que pasa de dos a 11 escaños, «una alegría en casa de los pobres», en palabras de su líder, Cayo Lara) o la estruendosa irrupción en el Congreso de Amaiur, la nueva marca de la izquierda abertzale, con siete representantes y grupo parlamentario propio.

Si el vuelco histórico también logrado por el PP en Andalucía (nueve puntos de ventaja sobre el PSOE) no fuese más que un anticipo del resultado de las autonómicas del próximo mes de marzo, Rajoy habrá acumulado más poder municipal, regional y estatal que ningún otro presidente del Gobierno desde la reinstauración de la democracia. Y no sólo eso: tendrá las manos libres, sin ataduras de ningún tipo en el Congreso, para poner en marcha las medidas de choque que apenas ha esbozado en su programa electoral (recortes incluidos), con las que espera rescatar a España de una situación económica desesperada.

No lo va a tener nada fácil. Y anoche mismo, tal vez curándose en salud, ya adelantó que «no va a haber milagros; no los hemos prometido». En su primer discurso a la nación, Rajoy advirtió con crudeza que el PP va a gobernar «en la más delicada coyuntura en que se haya encontrado España en los últimos 30 años». Pero tampoco renunció a lanzar un mensaje de moderado optimismo a un país deprimido por los estragos de la crisis y necesitado de un tablón al que aferrarse: «Ya hemos visto otras veces que, cuando se hacen bien las cosas, los resultados llegan. Yo confío en que el trabajo, la seriedad y la constancia servirán para que, más pronto que tarde, todos empecemos a ver los frutos».

EL CONFIDENCIAL, 21/11/11