EL MUNDO – 22/10/15
· Afectados por atentados de ETA y de Al Qaeda y por el 11-M hablan ante el Consejo de Seguridad.
Cuando las puertas del ascensor de la Asamblea General de las Naciones Unidas se abren en la planta -1, el visitante es recibido por 26 imágenes en un lateral, entre ellas la de Miguel Ángel Blanco, víctima de ETA en 1997; las Torres Gemelas después del impacto de los aviones en 2001, o las playas de Soussa (Túnez), donde el Estado Islámico cometió una masacre el pasado mes de junio.
Ante las escenas de la exhibición La mirada de la Víctima se detuvo ayer el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, acompañado del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo. Horas antes, Díaz explicó a los miembros del Consejo de Seguridad y a 40 Estados miembros de la ONU –en una sesión conocida como fórmula Arria– la importancia de escuchar la voz de las víctimas del terrorismo. «Nadie mejor que la víctima, con su voz y ejemplo, para ser parte activa y sujeto en la elaboración de la necesaria contranarrativa que deslegitima la propaganda y falsedad terrorista en España y en cualquier lugar del mundo», expuso en su discurso inaugural.
El ministro destacó que el sistema español de protección y apoyo a las víctimas ha sido tomado como referente en la ONU y subrayó que este foro internacional ha servido para poner «la primera piedra» para construir entre todos «un estatuto internacional de reconocimiento y protección a la víctima».
Margallo señaló que España había «cumplido su compromiso como sociedad y como país», dado que los objetivos del Gobierno siempre habían sido «luchar contra el terrorismo y apoyar a las víctimas. Y esta acto resume bien estos propósitos».
Hasta Nueva York viajaron tres españoles que han sentido el golpe de un atentado. La presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Mari Mar Blanco, calificó de histórico el momento –«por lo menos para mí como víctima del terrorismo», destacó–. La hermana de Miguel Ángel Blanco añadió: «Hemos venido a demostrar con nuestro testimonio que las víctimas somos siempre las inocentes y los verdugos son siempre los culpables».
También intervino ante el Consejo de Seguridad Jana Gallardo, que cuando tenía 18 años sufrió el impacto del atentado del 11-M, del que salió herida y en el que perdió a su novio. «Primero se ha dado voz a los terroristas, ahora nos toca a nosotros», dijo lamentando cómo la amenaza del terrorismo se ha extendido. Gallardo defendió un mensaje de «unidad y colaboración entre todos los países para combatir el terrorismo».
El ingeniero Tomás Fraga, gravemente herido en un atentado en 2005 de un grupo de Al Qaeda en Egipto, incidió en la colaboración internacional: «El terrorismo es un problema global y creemos que debe darse una solución global».
La reunión se prolongó durante dos horas y media y estuvo copatrocinada por EEUU con la presencia de la embajadora Samantha Power.
EL MUNDO – 22/10/15