TEODORO LEÓN GROSS-EL PAÍS
- La pandemia ha mostrado hasta qué punto España sufre la carencia de instituciones federales que hagan eficiente el Estado de las Autonomías
Hoy a la Conferencia de Presidentes, a falta de Senado funcional para las comunidades, se llega bajo los auspicios de un nuevo paraguas, la España Multinivel, que reemplaza a la España Plurinacional, que sustituyó a la Nación de Naciones… un carrusel de cambios nominales ante la ausencia de cambios reales. Cada nuevo fetiche retórico da para una temporada de hermenéutica recreativa.
Esta Conferencia de Presidentes es necesaria, aunque también bastante inútil; paradoja demasiado habitual cuando no hay instituciones constitucionales operativas. Y tanto la inutilidad como la informalidad están entre las coartadas habituales de Cataluña y Euskadi para ausentarse, y evidenciar que aspiran a disfrutar de un estatus diferenciado –por no decir privilegiado– respecto a los demás territorios. Claro que su ausencia es incómoda, pero menos preocupante que tener que financiar su asistencia para apuntarse un tanto simbólico. Euskadi se ha prestado a ir después de negociar bilateralmente, como ya hizo con éxito un año atrás, una nueva cesión de impuestos para convertirse en la única comunidad que gestionará las tasas Tobin y Google además del IVA del eComercio, paquete valorado en más de doscientos millones. Cataluña no irá y prefiere despacharse con desdén aun cuando se le siguen haciendo concesiones, porque el perdón de la deuda les beneficia oportunamente sobre todo a ellos, que acumulan una cuarta parte del total. Las demás comunidades asisten entre frustradas y enrabietadas; y algunas expresan abiertamente eso. El Gobierno debería cuidarse de usar los fondos europeos para acallar sus críticas. La España Multinivel, de hecho, sugiere una España de diversos niveles, con territorios de primera y otros de segunda o incluso de tercera. Léase multicategoría: dos vagones de preferente y los demás vagones de clase turista.
La pandemia ha mostrado hasta qué punto España sufre la carencia de instituciones federales que hagan eficiente el Estado de las Autonomías. Santos Juliá enfatizaba esa idea: “España es un estado federal sin instituciones federales”. La cogobernanza ha sido un fiasco, precisamente cuando más tocaba plantear una gobernanza multinivel, que básicamente consiste en la codecisión entre diferentes administraciones. Se trata, al cabo, del enésimo requiebro retórico. Más allá de la vacunación, el Gobierno y las comunidades han operado en un marco de inseguridad y desconfianza demasiado ineficiente. Hoy en Salamanca difícilmente habrá resultados significativos. A la cita se llega con los mensajes optimistas del presidente, siempre propenso a un narcisismo valorativo tan desconectado de la realidad como los mensajes catastrofistas de la derecha. Lo de hoy, sí, es sobre todo escenificación, pero una escenificación siempre conveniente, aunque demasiado vacía. La agenda seguirá pasando por la negociación con Cataluña del ausente Pere Aragonés –menos Waterloo y más Salamanca, le reprocha Page y también Vara– que espera soluciones con reglas propias. La España Multinivel tiene ese multinivel…azo.