IGNACIO MARCO-GARDOQUI-EL CORREO

  • ¿Tolerarían los independentistas catalanes que el PP madrileño condicionara la fiscalidad de la Generalitat?
A ERC no le interesa España, pero sí le importa Madrid. Por eso pacta con el Gobierno central la armonización de una buena parte de la legislación fiscal. Ya puedo decirles a mis nietos lo mismo que contaba el replicante Roy Batty en la escena final de la película ‘Blade Runner’: «He visto cosas que vosotros no creeríais».

Primero el fuero. Si ERC se siente legitimada para opinar sobre la fiscalidad de Madrid, ¿tolerarían los independentistas catalanes que el PP de Madrid condicionara la fiscalidad de la Generalitat? ERC se queja de la competencia desleal que hace Madrid con su esquema impositivo. Pero esa afirmación requiere algunos matices. El primero es que está en su mano armonizarse, dado que la Generalitat tiene todos los instrumentos legales necesarios para igualar la situación madrileña. Pero claro, no se trata de eso. Se trata de igualar ambas con la subida de la presión en Madrid, no con la bajada de la catalana. En lugar de copiar al eficiente se trata, una vez más, de armonizarlo todo con el nivel del ineficiente.

Luego vienen dos graves errores. Uno consiste en suponer que la recaudación depende solo de los tipos aplicados, cuando es evidente -Madrid lo demuestra- que es mejor ampliar la base imponible que subir los tipos. El segundo consiste en creer que la actividad económica y la inversión son stocks fijos y predeterminados de tal manera que lo que se lleva Madrid se le resta a Cataluña o a otros. Pues no. La actividad en general y la inversión en particular crece o mengua en función de muchas variables, una de las cuales es la fiscal. Pero todas son variables globalizadas y todos los países y todas las regiones compiten contra todos los demás.

Pretender que los malos datos de Cataluña en la captación de inversiones son culpa exclusiva del efecto capitalidad que permite a Madrid una fiscalidad más benévola es muy confortable y fácilmente vendible en un mercado político muy adoctrinado, pero es una afirmación tan interesada como parcial y equivocada. Choca contra la evidencia de que Madrid es capital desde los tiempos de Felipe II y Cataluña ha sido capaz de desarrollar una economía muy superior y eficiente durante siglos. Si quieren recuperar el brillo económico perdido, no hace falta que le condicionen a Madrid, ni siquiera es necesario que le imiten. Basta con que copien lo que ellos mismos hicieron tantas veces en el pasado.

Si alguien está aquí preocupado por este movimiento, que se tranquilice. Nos protege el Concierto y, además, el PNV nunca toleraría semejante intromisión. Solo faltaría…