Pregunta.– ¿Cuándo supo que iba a ser el candidato del Partido Popular a lehendakari?
Respuesta.– ¿Yo?
P.– Sí.
R.– Lo sospechaba desde hace mucho tiempo. Esto lo cerramos definitivamente el viernes. Ése era el término natural de las cosas.
P.–Hombre el término sospecha parece un tanto negativo.
R.–Pues bórrelo. Las cosas iban en esa dirección. Nosotros estuvimos comiendo el jueves con el grupo parlamentario y estuvimos hablando.
P.–Qué complicación volver ahora a Euskadi siendo ministro del Gobierno de Rajoy y ante una mala perspectiva electoral, según auguran las encuestas.
R.–Bueno, es un reto. Yo creo que es un reto por el que merece la pena ilusionarse. Merece la pena trabajar ahora en el curso de la campaña y luego en la gestión de los resultados. Luego hay que seguir construyendo el proyecto del PP en el País Vasco. Ése es el compromiso y la labor que hay que hacer.
P.–Hay quien ve en esta candidatura a lehendakari la alargada sombra de Arantza Quiroga, ¿le ha llamado para felicitarle?
R.–Arantza Quiroga… Arantza Quiroga no veo qué participación ha podido tener en este proceso. Está retirada de la política desde hace bastante tiempo. Esto va para un año… Vamos a respetar su retiro.
P.–Quien sí le felicitó públicamente fue Mariano Rajoy, que en un tuit escribió que «todo el partido está contigo», ¿antes no lo estaba?
R.–Bueno, eso se dice siempre pero sí: yo noto el respaldo de todo el partido. Particularmente para mí es importante el respaldo del partido en el País Vasco.
P.–¿Le ha prometido Mariano Rajoy un lugar en la dirección del PP que se confeccione después del congreso que tienen previsto convocar en 2016?
R.–¿Cómo?
P.–Si el presidente del Gobierno y del PP le ha prometido la posibilidad…
R.–(Interrumpe) A mí no me ha prometido nada ni yo le he pedido nada. Nosotros cuando llegamos a la política sabemos el papel que tenemos que cumplir en cada momento. Yo ahora tengo que venir aquí de candidato, construir un proyecto, gestionar lo que significa el PP aquí y en ese sentido… No hablamos así. Nunca he mantenido una conversación con el presidente del Gobierno tipo ‘me vas a dar no se qué’.
P.–¿Usted es consciente de que se la juega?
R.–Si no te la juegas, ¿cómo van a creer en ti? (eleva la voz). Es muy importante decirle a la gente que eres capaz de jugártela, de apostar; porque si no, no pueden creer en ti. ¿Por qué? Es importante que haya una fuerza que represente el constitucionalismo en Euskadi y esa fuerza sólo puede ser el PP, ya que es la que realmente puede asegurar una representación frente a lo que ofrece Ciudadanos. Hemos visto que el Partido Socialista se ha convertido solamente en un apéndice del PNV. ¿Dónde están representados esos vascos que se sienten españoles y que van a defender esa posición en la hipótesis de que en la próxima legislatura haya una deriva de una consulta, de un debate soberanista? Es que estamos con ese riesgo. Representamos a esa parte de la sociedad vasca, dinámica, que necesita una representación fuerte porque hemos surgido de esta sociedad. Me gusta esa expresión de venir a jugársela. Si no te la juegas, no ganas.
P.–¿Será triste despedirse del Consejo de Ministros? [La entrevista se realizó el jueves 4, un día antes de su última reunión en La Moncloa]
R.–No. En la vida ha sido un honor haber sido ministro, haber participado en el consejo, pero los ministros van y vienen siempre. Esto no es eterno y yo he estado más tiempo del que debería, porque llevamos 7 meses en funciones. Si hubiera habido otro gobierno, habría salido para otra responsabilidad. He estado casi dos años y ha sido una experiencia extraordinaria.
P.–¿ Habrá terceras elecciones?
R.–No.
P.–¿Será Mariano Rajoy presidente del Gobierno?
R.–Sí.
P.–¿Con qué apoyo?
R.–Con sus 137 diputados y espero que con alguno más. Pero sobre todo, al final, hay una presión para que determinados comportamientos irresponsables no tengan cabida. Yo creo que esa presión está empezando a funcionar con mucha fuerza. Tengo confianza en que de verdad va a haber un gobierno y que va a tomar decisiones que son importantes. Es inimaginable que la gente vuelva de vacaciones en agosto y se encuentre sin visos de un nuevo gobierno. Como vuelva la gente de vacaciones y no se avance en este tema del Gobierno, la ola de indignación va a ser muy dura. Creo que todo el mundo se ve en la posición de Ciudadanos, que al menos se acerca al diálogo. Y creo que la posición de Pedro Sánchez está teniendo un rechazo fortísimo en el conjunto de la sociedad.
P.–¿Cómo convencería a Pedro Sánchez para que facilitara el Gobierno de Mariano Rajoy?
R.–(Silencio). No sé si podemos tener una gran esperanza de que podamos convencer a Pedro Sánchez. Nosotros tenemos que convencer al Partido Socialista, con Sánchez o sin Sánchez. España no puede estar parada por la obsesión de Pedro Sánchez, que cree que puede ser presidente del Gobierno después de dos fracasos electorales seguidos. Eso no puede ser una posición razonable y hay mucha gente en el Partido Socialista que lo sabe.