EL MUNDO 07/03/13
· Ambas selecciones compiten con las de Rusia, Bélgica y Gambia en Platja d’Aro
· La ausencia de himnos causó desconcierto entre belgas y rusos
La selección vasca, en primer plano, comparte parqué con la española, al fondo. / EDDY KELELE
Pabellón municipal de deportes de Platja d’Aro, en Gerona. 18.30 horas de ayer. Ceremonia de inauguración de la cuarta edición de la Copa de las Naciones de Fútbol Sala, competición de la Unión Europea de Futsal (UEFS). Las selecciones de fútbol sala amateur de España y del País Vasco forman dos columnas en el parqué del polideportivo, sólo separadas por el combinado moldavo. El resto de equipos participantes son los de Rusia, Bélgica y Gambia.
El micrófono se acopla y el estruendo produce un escalofrío entre las cuatro personas que siguen la ceremonia desde las gradas. No hay himnos nacionales en el acto, un extremo que causa cierta sorpresa entre las delegaciones belga y rusa, desplazadas especialmente a la Costa Brava para la disputa del torneo. El presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Sala, el vallisoletano Miguel Cuerdo, da a los participantes «la bienvenida a nuestro país, España, y a la ciudad de Platja d’Aro». La desangelada ceremonia termina para dar paso al primer encuentro del campeonato: Euskadi se enfrenta, como local, a Bélgica.
Forman los vascos, de rojo, y los belgas, de blanco, mientras «suena el himno de Euskadi». Respeto máximo de los ya 10 espectadores entre el público. Los vascos se avanzan en el marcador, pero el visitante neutraliza la ventaja al descanso.
Los jugadores de la selección española observan sonrientes el encuentro desde la grada. «Llama la atención enfrentarse a una Comunidad Autónoma», dice Rubén Sobas, portero y capitán del equipo. «¿Cómo puede ser? Cuando me lo contaron, me sorprendió», añade Óscar de Agustín. Y Pablo Rodríguez completa: «Si nos enfrentamos, será en la final. No tenemos miedo a perder: somos amateur. Será como un derbi».
España y el País Vasco están reconocidas por la Unión Europea de Futsal, como Cataluña. «Sé que no gusta en algunos sectores, y que en otros despierta morbo, pero no podemos hacer nada contra eso, y debe imperar la tolerancia», señala a EL MUNDO el secretario general de la Unión Europea de Futsal, el catalán José María Zamora, quien especifica que ni la Generalitat ni la Diputación de Gerona ni el Ayuntamiento de Platja d’Aro apoyan económicamente el evento.
«A nosotros nos extraña mucho que pueda haber un España contra Euskadi este sábado, pero lo hemos tenido que aceptar: las reglas vienen impuestas», completa Miguel Cuerdo, coorganizador del evento. «Pero esto no debe generar un conflicto político o diplomático», zanja.
Sin embargo, el pasado mes de abril, el Tribunal Constitucional falló que las selecciones autonómicas sólo podían participar en torneos internacionales si se trata «de deportes en los que no existan federaciones españolas».
En julio de 2007 en Yakutia (Siberia), a 7.000 kilómetros de Moscú, una selección catalana de fútbol sala ganó 5-3 a una española en el primer partido entre ambos equipos. La expedición española firmó antes del partido una carta de protesta en la que manifestó su «profundo malestar» por presentar «al combinado de Cataluña como nación».