ABC 21/02/14
· Los ministros de Interior de ambos países exigen desde París su disolución.
Los integrantes de la denominada Comisión Internacional de Verificación (CIV) escenificarán hoy en Bilbao la farsa de un gesto de ETA relacionado con el desarme, a fin de trasladar al Gobierno toda la presión para que flexibilice la política penitenciaria como paso previo a una amnistía general. Pero ya tienen por adelantado la respuesta. La España de Mariano Rajoy y la Francia de François Hollande coinciden plenamente en el mismo mensaje: «El único comunicado que esperamos es el que nos anuncie la disolución incondicional de la banda terrorista ETA, acompañado con la geolocalización de los zulos donde tiene escondidas sus armas para poder verificar prácticamente la rendición sin condiciones».
Como ya adelantó ayer ABC, ETA exige impunidad para los pistoleros que participarían en el sellado de «zulos»; garantías para que los «verificadores» puedan ejercer su labor con absoluta seguridad y la designación de un tercer país «neutral» como escenario de la maniobra. Y además la banda solo se mostraría dispuesta a un desarme total si el Gobierno acepta una negociación para excarcelar a todos sus presos y permitir el regreso de los huidos. Así se espera que lo transmitan hoy los miembros de la CIV, más portavoces que nunca de la banda terrorista, que podrían difundir un vídeo con el precintado de algunos depósitos de armas y explosivos.
Un día antes de este acto propagandístico, Jorge Fernández Díaz y Manuel Valls celebraron con sus colegas portugués y marroquí una cumbre de trabajo del G4, que reúne a los ministros del Interior de España, Francia, Portugal y Marruecos. La esperada «puesta en escena» de la organización terrorista permitió a los titulares de Interior de España y Francia salir al paso de las nuevas maniobras.
Menos palabras, más hechos
En opinión de Fernández Díaz, desarmarse «es muy fácil», ya que «basta con dar por ejemplo las geolocalizaciones de los zulos en los que mantiene su armamento», porque España dispone de Fuerzas de Seguridad para controlar que efectivamente han sido entregadas. «El único comunicado para elq ue trabaja el Gobierno de España, con una cooperación extraordinaria y ejemplar de las autoridades francesas, es el de su disolución. Es el que espera además la práctica totalidad de la sociedad vaasca y española en general. No queremos teatralizaciones ni contribuir a ellas». El ministro insistió en desmantelar todo intento de propaganda de los aliados internacionales de ETA en un tema, como es acabar con el terrorismo, de tanta trascendencia. Así, dejó claro que aunque «por supuesto todo paso que vaya hacia la disolución es positivo, para eso sobran escenificaciones. Esto es, lo que se exige es que esas declaraciones «vayan acompañadas de hechos perfectamente verificables».
Maniobras peligrosas
En nombre del Gobierno francés, Manuel Valls añadió: «Francia considera ejemplar su cooperación policial con España. En cierto sentido, se trata de un modelo que pudiera ser muy útil para toda Europa. Comparto plenamente el análisis de mi amigo el ministro Fernández Díaz: El único comunicado que espera el Gobierno francés es el comunicado de la rendición incondicional de ETA».
Y es que, el ministro español advirtió de que «ETA pretende que le demos las gracias y le paguemos políticamente por el “favor” de dejar de matar». Y en este sentido, consideró confusas, equívocas y peligrosas las maniobras de «teatralización» en las que participan organizaciones y medios de distinta naturaleza, denunciándolas de este modo: ETA «no tomó ni toma ninguna decisión por razones éticas, humanitarias o morales. ETA se sabía y se sabe policialmente derrotada. Ahora, utiliza a algunos grupos de contacto y verificación para conseguir algún rédito político. El Gobierno de España no puede entrar en ese terreno. Solo esperamos la disolución y rendición incondicional de la banda criminal», insistió.
ABC 21/02/14