EL MUNDO 28/10/14
· PP y PSOE suspenden de militancia a todos los implicados y prevén que dejen las alcaldías y la Diputación de León
Esperanza Aguirre volvió ayer a dejar en evidencia a la dirección del PP, con una ágil y astuta reacción a la detención de Francisco Granados, en la que pidió «perdón» públicamente por su designación como secretario general del partido en la región y consejero del Gobierno de la Comunidad. «No quiero eludir mi responsabilidad en el error cometido, al depositar mi confianza en este señor», aseguró. Un día después de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en una tímida mención a la corrupción en el cierre de la Intermunicipal del PP en Murcia, defendiera que había que «dejar trabajar a la Justicia», Aguirre renunció a escudarse «en la coletilla de la presunción de inocencia o en que habrá que esperar a los tribunales» porque, dijo, «los ciudadanos están hartos de esas coletillas». Consideran, añadió, que son «excusas» que unos políticos presentan para no fijar su posición sobre el comportamiento de otros políticos de su propio partido.
La presidenta madrileña manifestó, en una comparecencia vespertina, que el PP ganó en los 90 las elecciones generales, autonómicas y municipales porque se presentó como un partido «limpio». Éste fue su «principal activo» y, ahora, sostuvo, «lo hemos dilapidado». «Tenemos que pedir perdón por éste y por otros casos más graves», aseguró, en alusión clarísima al silencio que Génova mantiene sobre los asuntos de corrupción que están asolando al PP. Su opinión es además compartida por otros destacados barones autonómicos consultados por este diario. «Siento vergüenza», remató.
A la lenta reacción al escándalo de las tarjetas de Caja Madrid se ha sumado el mutismo sobre los últimos autos del juez Ruz, que se han saldado con la imputación del ex secretario general del PP, Ángel Acebes, y del ex alcalde de Toledo, José Manuel Molina, y la revelación de que el partido dedicó 750.000 euros más de dinero negro a la reforma de su sede.
Aguirre, que ayer volvió a defender la honradez de Acebes sin ambages, sí confirmó que no incluirá a ningún imputado por corrupción en las listas electorales. Algo que ya ha anunciado el presidente valenciano, Alberto Fabra, y que ya hizo en los pasados comicios el balear, José Ramón Bauzà. La presidenta del PP madrileño precisó antes que deben tratarse de imputaciones por corrupción, ya que ella misma está imputada por un incidente de tráfico.
Respecto a su posible responsabilidad en la elección de los cuatro alcaldes del PP detenidos, Aguirre se desentendió del asunto y aseguró no conocerlos. En todo caso, la posición del partido es reclamar que dejen sus cargos. Una petición a la que sí se ha adelantado la dirección nacional que, en la tarde de ayer, aprovechó una reunión del Comité de Derechos y Garantías, convocada para tratar la baja de los militantes del escándalo de las tarjetas de Caja Madrid, para suspender la militancia de los implicados en la Operación Púnica. «Según se vayan conociendo nuevos datos en relación con estos hechos, el PP exigirá en su caso a quienes tengan responsabilidades institucionales y políticas el abandono inmediato de sus cargos».
Esto supone que se descabalgará a los alcaldes de Valdemoro, Collado Villalba, de Casarrubuelos y Torrejón de Velasco y al presidente de la Diputación de León, Marcos Martínez, que sustituyó a la fallecida Isabel Carrasco. El vicesecretario de Estudios y Programas, Esteban González Pons, el único miembro de la cúpula del partido que compareció ayer, aseguró que el PP está «indignado y rechaza cualquier tipo de corrupción».
El PSOE decidió suspender también de militancia a los detenidos en la operación, ente ellos el alcalde de Parla, José María Fraile. «Ni un minuto un corrupto en el PSOE de Pedro Sánchez», dijo César Luena.