El coordinador del libro, Cayetano González, recordó una peculiar «anormalidad»: el País Vasco es el único lugar del mundo donde «la oposición tiene que ir escoltada, porque los terroristas no matan a quienes gobiernan, sino a la oposición».
Ayer a última hora de la mañana, en el Salón Bolívar de la Casa de América de Madrid, se presentó Gritos de libertad, un libro-recopilación de 15 testimonios vascos que dan cuenta de los miedos, las amenazas y la exclusión de quienes viven bajo «el terror de ETA y la hegemonía del nacionalismo», según reza el subtítulo.
Lo acaba de publicar La Esfera de los Libros, cuya directora editorial, Ymelda Navajo, formó la mesa presidencial junto a Cayetano González, coordinador del volumen, el veterano sindicalista Nicolás Redondo Urbieta y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
Un terreno que abandona el PSOE
Es muy triste, al acudir a estos actos, salir con la sensación de que se ha asistido a un acto del PP al que se han adherido semi-disidentes del PSOE. La unidad de los dos grandes partidos sigue funcionando contra el terrorismo, como lo prueba la reciente reunión del Pacto por las Libertades. Sin embargo, cuando se toca al nacionalismo vasco en sí mismo, las cosas cambian. Desde que Nicolás Redondo Terreros dejó la secretaría general del PSE-PSOE en 2001, y tras las frustradas expectativas de cambio en las elecciones autonómicas de aquel 13 de mayo, su partido ha abandonado el frente común que sostuvo junto a Jaime Mayor Oreja. Y busca, haciendo como que no busca, un acuerdo con el PNV.
Socialistas vimos ayer en la Casa de América, sí, pero del ala díscola: el citado Nicolás Redondo Urbieta (antiguo secretario general de la UGT), el defensor del pueblo Enrique Múgica, su sobrino Rubén Múgica, Gotzone Mora o Pablo Castellanos. Del entorno popular, una representación más nutrida y oficiosa: el ex presidente Leopoldo Calvo-Sotelo, los ex secretarios de Estado Pedro Antonio Martín Marín y Ricardo Martí Fluxá, el diputado y ex secretario general de la FAES Baudilio Tomé, o el portavoz de Asuntos Exteriores del PP en el Congreso, Gustavo de Arístegui.
Un grito de libertad para sentirse español
El coordinador del libro, Cayetano González, recordó en sus palabras iniciales que de las 817 víctimas de ETA, 547 (el 67%) se ha producido en el País Vasco, aquejado de una peculiar «anormalidad»: es el único lugar del mundo donde «la oposición tiene que ir escoltada, porque los terroristas no matan a quienes gobiernan, sino a la oposición». Y donde tantas víctimas lo ha sido sólo por ser y por sentirse españoles.
Por su parte, Nicolás Redondo señaló que «intereses políticos y electorales» han impulsado al PNV hacia una «equidistancia» entre el Gobierno legítimo y los terroristas, al tiempo que denunció la deriva soberanista del partido que fundó Sabino Arana. «Todavía recuerdo», continuó, «siendo yo diputado, cuando el congresista de Herri Batasuna Francisco Letamendía pidió la autodeterminación, y Arzallus contestó que eso era una birguería marxista». Redondo afirmó su desesperanza en que a corto o medio plazo el partido de Juan José Ibarretxe y Josu Jon Imaz corrija ese rumbo, y pidió que PP y PSOE fuesen tajantes en la defensa de la Constitución.
Esperanza Aguirre se mostró impresionada por algunos testimonios recogidos en el libro, y desgranó los más llamativos, concluyendo que una cosa es saber que esas historias existen, y otra leerlas en la dramática experiencia de sus protagonistas. Estas páginas constituyen «una coral de voces contra el terror y contra el chantaje y la presión nacionalistas, contra la amenaza, la exclusión y el miedo», dijo. La presidenta madrileña destacó que el PNV ha hecho suyos los objetivos independentistas de ETA, incluso tomando la iniciativa: «El terrorismo etarra da así paso a un nacionalismo atemorizador que quizá no mate, pero que no deja vivir, porque lo que busca es el desistimiento de la sociedad vasca no nacionalista».
Catorce representantes de esa sociedad vasca
Los testimonios recogidos en Gritos de libertad corresponden al Seminario sobre «País Vasco, Constitución, Estatuto y libertad» impartido por sus protagonistas de octubre a diciembre de 2003 en la Universidad San Pablo-CEU. Su rector, Luis Parejo, se hallaba entre los presentes, junto con varios de los autores, cuya relación completa incluye víctimas del terrorismo, políticos, profesores y periodistas: Pedro Baglietto, Mikel Buesa, José María Calleja, Rosa Díez, Emilio Guevara Saleta, Conchita Martín López, Carlos Martínez Gorriarán, Jaime Mayor Oreja, Gotzone Mora, Rubén Múgica, Nicolás Redondo Terreros, María San Gil, Germán Yanke y Charo Zarzalejos.
Los derechos de la obra han sido cedidos a la Fundación Víctimas del Terrorismo, cuya vicepresidenta Ana María Vidal-Abarca se hallaba también presente en la sala.
EL SEMANAL DIGITAL, 26/5/2004