EL CORREO 18/10/14
· Los republicanos no aprobarán los Presupuestos y Convergència replica que sin lista unitaria no habrá plebiscitarias
La tensión política aumenta a medida que se acerca la hora de la verdad en Cataluña. Esquerra elevó ayer su distanciamiento con Convergència y escenificó que el pulso que libran Artur Mas y Oriol Junqueras mantendrá una temperatura asfixiante hasta que se resuelva, para bien o para mal, la lista unitaria que el soberanismo y la sociedad civil preparan de cara a unas elecciones plebiscitarias.
La emoción que embargó ayer a Junqueras en una entrevista refleja la fuerte presión que se vive en la política catalana. En sus declaraciones a Catalunya Radio, el presidente de ERC marcó distancias con Mas, le negó el apoyo para las cuentas de 2015 y le pidió, o más bien le imploró –«por el amor de Dios», dijo–, que convoque elecciones y declare la independencia. «Necesitamos hechos, hagámoslo, por favor. Lo reclamo con esperanza y al mismo tiempo con la angustia de aquel que sabe que perder el tiempo no es bueno», expresó el líder republicano con los ojos vidriosos y cierto balbuceo.
Junqueras dio por concluido su pacto con Mas y le advirtió que no apoyará más Presupuestos autonómicos, como los que la Generalitat tiene que presentar en breve, porque lo que ahora toca es dar luz verde a las cuentas de una Cataluña independiente. El pacto de estabilidad entre CiU y ERC está muerto y, por tanto, Esquerra considera que Mas tiene que convocar ya las elecciones. «Son necesarias porque no podemos hacer sufrir más tiempo a la gente. Mientras no seamos un Estado, será imposible iniciar un proceso de negociación con quien siempre incumple», remató.
Estos comicios plebiscitarios marcan el día a día de las fuerzas y plataformas soberanistas, que negocian contrarreloj alguna fórmula para articular una candidatura conjunta que no acaba de fructificar. Junqueras afirmó que lo fundamental de las próximas elecciones será ir «al grano». «Lo importante es el qué, la independencia, no el cómo», aseguró.
El dirigente republicano no quiso desvelar si estaría dispuesto a asumir una candidatura única con Convergència, pero instó a Mas a «dejarse de eufemismos y metáforas». «Son unas elecciones para proclamar la independencia», reiteró. Esquerra tiene prisa, siente la presión para armar una lista unitaria, pero trata de despejar balones hacia el otro campo, el de Convergència, a la que urgió a poner fecha de defunción al autonomismo. Mejor dos meses que dos meses y medio, afirmó el presidente de ERC.
Optimismo convergente
Desde las filas convergentes le replicaron que, si no hay lista unitaria, tampoco habrá elecciones. Josep Rull, ‘número dos’ de CDC, y el consejero de la Presidencia, Francesc Homs, trataron de minimizar las diferencias con Esquerra y se mostraron optimistas respecto al eventual acuerdo con los republicanos para concurrir juntos a los comicios. «Será relativamente sencillo», dijo Rull, y «altamente probable», según Homs. Fue su manera de quitarse el balón de encima.
El Gobierno catalán y el partido que lo sustenta entienden que el acuerdo será posible en la medida en que «comparten el objetivo», la independencia, si bien difieren en los tiempos para alcanzar esta secesión. Las relaciones con ERC «no son las mejores» en estos momentos, admitió Homs, que se mostró convencido de que se trata de una situación «coyuntural». «No voy a hacer una exhibición de las peleas internas. No las disimulo, las constato, pero tampoco voy a persistir en ellas», señaló.
Ante el nuevo escenario que se ha abierto en Cataluña, CiU ha empezado a sondear otras opciones para la estabilidad del Govern. El líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, mantienen una relación fluida y en los últimos días han intensificado las conversaciones. Sin embargo, Homs apuntó que no ve «ningún tipo de futuro» a un pacto con el PSC sobre los Presupuestos catalanes para 2015 porque no tendría coherencia con el proyecto político de la Generalitat.
Mas podría verse obligado a prorrogar sus cuentas o convocar elecciones si constata que se queda sin apoyos externos, ya que estos dos últimos años ha gobernado en minoría con el respaldo de Esquerra. El primer año de la legislatura, no obstante, ya tuvo que prorrogar los Presupuestos, mientras que para el actual ejercicio contó con el visto bueno de ERC. En su primer mandato, entre 2010 y 2012, se entendió con el PP.