IGNACIO MARCO-GARDOQUI-EL CORREO

La verdad es que resulta un tanto decepcionante. Tener un ministro experto en la materia; dedicar horas y horas de reuniones en el Pacto de Toledo con todos los partidos; disponer de cientos de estudios actuariales sobre la evolución de la población, de la esperanza de vida, de la inflación y de los tipos de interés… Y que todo ello haya servido solo para llegar a la conclusión de que para enfrentarnos al aumento cierto de los gastos venideros debemos subir las cotizaciones actuales. ¿Se habrán quedado calvos? El ministro Escrivá es un hombre de fe. Confía en que esta subida va a ser suficiente y, en el improbable caso de que no llegue, ya nos avisa que o bien volverán a subir las cotizaciones o habrá que bajar las pensiones. Lo que le digo, todo un genio. Yo, por si acaso, daría por sentado que no llegará, así que no se relaje demasiado.

Confía también en que esta medida no dañará el empleo. ¿Por qué razón se habrán levantado entonces de la mesa los empresarios? Será su maldad innata, que les impide olvidarse de las subidas del salario mínimo y de otros impuestos y las suman todas. También debe creer que la Comisión Europea se olvidará del compromiso adquirido por el Gobierno de llevar todos estos asuntos pactados con la patronal. Por cierto, a los empresarios les salió caro eso de levantarse de la mesa antes de tiempo. Lo que empezó siendo un reparto por igual de la subida entre empleados y empleadores, y tras la oportuna presión sindical, pasa a ser de dos tercios y un tercio. Y según cerraban la puerta de la reunión, les cayó una décima más en el reparto. Como ve, todo estaba muy estudiado y muy meditado.

Unan a esto las declaraciones efectuadas el lunes en Vitoria por la vicepresidenta Calviño quien, con ocasión de la disputa fiscal que abrió el lehendakari Urkullu con Madrid, aseguró, sin pestañear, que «bajar los impuestos nos empobrece a todos». Pues no sé. A todos me parecen muchos, pero si es así, imagino que podemos darle la vuelta al argumento y pensar que, si los subimos, nos enriquecemos todos, lo cual es un hallazgo importantísimo que va a solucionar todos nuestros problemas. Si me permite, haría una simple analogía y diría que cumplir años nos rejuvenece a todos. Lo siento, pero es que estoy especialmente concernido por este asunto. Para mí es una excelente noticia puesto que ¡hoy es mi cumpleaños! Así que como soy más rico y más joven, ¡está usted invitado!