EL MUNDO – 29/02/16 – ENTREVISTA ISABEL BENJUMEA
· Referente del ‘think tank’ Red Floridablanca, próximo al PP. Con un discurso político más trabado que el de muchos dirigentes de primera fila, Benjumea, militante del partido, dice en público lo que muchos sólo sostienen en privado.
Pregunta.–¿Qué le llevó a poner en marcha Floridablanca?
Respuesta.– El proyecto empieza a gestarse justo después de las elecciones europeas. Ante la falta de reacción del PP, el principal partido del centro derecha, decidimos montar un think tank para fomentar el debate de ideas.
P.– ¿Enqué se ha fallado? ¿Cuándo empieza el declive del PP?
R.– Para nosotros hay dos momentos importantes. Desde el punto de vista del partido, el congreso de 2008, cuando se invita a liberales y conservadores a abandonar el PP. Se renuncia a tener un discurso donde estén todos representados. Desde el punto de vista de la gestión, tras los primeros meses de la legislatura se constató que no iba a ser ese gran gobierno reformista llamado a realizar las reformas que necesita España.
P.– ¿Qué grandes reformas no se han emprendido?
R.– La primera y más importante, la de las administraciones públicas. Se planteó y no se ha materializado. La segunda, el modelo territorial y la unidad de España. La tercera, que es la laboral, se hizo pero no en toda su amplitud. El electorado del PP interpreta su modelo económico con menor intervención del Estado, bajada de impuestos y mayor flexibilidad laboral. No han sido los grandes ejes de Mariano Rajoy. No se ha abordado si era necesaria una nueva distribución de competencias o la reforma de la Constitución. El PP tenía 186 diputados. ¿Cuántos grupos de trabajo se han conformado para tratar estos temas? ¿Lo abordó Rajoy con la oposición?
P.–Cita usted la reforma de la Constitución y el modelo territorial, ¿qué cambios habría que hacer según Floridablanca?
R.– Lo que hemos dicho es que sobre la reforma de la Constitución hay que tener una posición. No tenerla no es una opción. La sociedad ha aceptado este debate como una realidad. Una de las cuestiones es el modelo territorial. Para qué sirven ciertas instituciones del Estado como las diputaciones. Y estando como está en peligro la unidad de España hay que fortalecer la Constitución para que no haya subterfugios que permitan la ruptura.
P.–¿Qué debería hacer el PP para volver a ser el gran partido que fue?
R.–Lo primero, autocrítica. Entender qué ha fallado, preguntarse por qué has perdido casi 4 millones de votos, cambiar equipos, estructuras y renovar el discurso. Y comprender que sólo será un partido con vocación mayoritaria si hace un proyecto integrador donde esté todo aquel que se encuentre a la derecha de la izquierda.
P.–Sus críticas no gustan en Moncloa, aseguran que no son nadie dentro del partido y que son ultraconservadores.
R.–Si pedir democracia interna es ser ultraconservador, pues que nos llamen como quieran. El PP ha sido siempre el partido de defensa de las libertades. Si no quieren dar libertad ni a sus cuadros medios, ni a sus cargos ni a sus afiliados, tal vez el problema es suyo y no nuestro. Pedimos algo tan sencillo como democracia interna.
P.–Reclaman un congreso abierto. ¿Qué más es necesario?
R.– Estasemana hemos propuesto más medidas para impulsar la regeneración en el PP. La defensa de un militante un voto es el punto de partida, pero, además, reclamamos el reconocimiento de los derechos políticos de los afiliados, que puedan presentar propuestas y fiscalizar la gestión. Creemos también que el PP debe volver a atraer talento y la única forma es basar en criterios de meritocracia y capacidad la elección de los candidatos. ¿Cómo se hace? Nosotros abogamos por listas abiertas, que los militantes elijan a los candidatos. Otra de nuestras propuestas es el voto en conciencia.
P.–¿Qué reacción han provocado sus críticas en el partido, al margen del malestar en la dirección?
R.–Lo más fascinante es la sorpresa de que alguien sea crítico. Es sintomático de la situación del PP. Nosotros somos un grupo de base, somos sociedad civil, a lo mejor no había tradición de que nadie desde estos ámbitos tomara partido. Si los órganos del PP hubieran funcionado igual no tendría sentido que Floridablanca existiera o dijera lo que está diciendo.
Nos hemos encontrado con mucho talento dentro del PP, con mucha ansia de debate y mucha preocupación por la deriva. A nivel regional están empezando a surgir movimientos de base que también dicen que se debe reaccionar. Yo creo que hemos canalizado el descontento con la creación de un espacio en el que mucha gente se ha sentido cómoda. Hemos sido los primeros en dar el paso y en decir las cosas. Pero lo que decimos no es algo que piensen cuatro gatos. Decía Rajoy estos días que no es consciente de que haya descontento en el partido. Pues sí lo hay y mucho. Nosotros estamos siendo la voz y la cara.
P.–¿A quién ven ustedes como relevo de Rajoy?
R.–Escuchamos mucho debate de caras. Pero a nosotros lo que nos importa es qué defiende cada cara. Como en el PP hay mucho talento, en un congreso abierto puede haber muchas sorpresas y surgir liderazgos con los que nadie contaba.
P.–¿Cuál es el futuro de Floridablanca?
R.– Defender un proyecto liberal-conservador para España. Ahora estamos batallando y vamos a seguir hasta el final pidiendo un congreso abierto y la renovación interna del PP. Esa va a ser nuestra principal prioridad. Si lo conseguimos y en el congreso hay una candidatura que represente nuestro ideario, Floridablanca se planteará apoyarla o no.
EL MUNDO – 29/02/16 – ENTREVISTA ISABEL BENJUMEA