Los documentos incautados, difundidos por la emisora de televisión colombiana, desvelan la participación de instructores de ETA en unos preparativos que se habían iniciado en abril. Los medios colombianos se han declarado sorprendidos por la abundancia de detalles del atentado, algo que, subrayan, es inhabitual. En las notas aparecen comunicaciones enviadas a través de correos humanos entre diversos frentes de las FARC, dando cuenta de los planes en marcha.
Mientras se le cierran todas las puertas de Europa, ETA sigue explorando nuevos escenarios. Se sabe que lleva décadas abriéndose paso en Latinoamérica, donde abundan grupos guerrilleros que basan sus argumentos en las armas. Ayer, los medios colombianos se concentraban en esta cuestión. Según CaracolTV, hay miembros de ETA tras el intento de atentado de las FARC: los guerrilleros pretendían usar morteros artesanales para atentar contra el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en su toma de posesión (7 de agosto).
La Fiscalía General de Colombia desvelaba ayer el plan terrorista: según la investigación, un informante había revelado los preparativos, entregando a las autoridades varios manuscritos de las FARC con los detalles del atentado. Fue una revelación decisiva: aunque no ha habido detenciones, frustró el atentado.
Según el ministro del Interior y de Justicia, Germán Vargas, el atentado hubiera sido una «tragedia»: varios presidentes habían confirmado su presencia.
Los documentos incautados, difundidos por la emisora de televisión colombiana, desvelan la participación de instructores de ETA en unos preparativos que se habían iniciado en abril. Los medios colombianos se han declarado sorprendidos por la abundancia de detalles del atentado, algo que, subrayan, es inhabitual. En las notas aparecen comunicaciones enviadas a través de correos humanos entre diversos frentes de las FARC, dando cuenta de los planes en marcha.
Según CaracolTV, los guerrilleros pretendían utilizar cinco cañones o morteros artesanales, 18 lanzagranadas y 250 fusiles contra la plaza de Bolívar, sede de la presidencia de Colombia, el Palacio de Nariño, coincidiendo con la toma de posesión de Santos como sucesor de Álvaro Uribe. Trece presidentes de otros tantos países latinoamericanos, el príncipe de Asturias y 5.000 invitados asistieron al acto.
Los manuscritos contienen dos referencias a ETA. La primera, un texto del 14 de abril, dice que «hoy se inicia la fase estratégica para materializar las instrucciones y entrenamiento dados por nuestros amigos de la ETA con la ayuda de nuestros vecinos (aquí, se refiere al apoyo económico y armamentístico de los países próximos y al respaldo de personalidades políticas)». La segunda (17 de mayo) señala: «Los instructores que nos envía la ETA ya están en el campo dando las instrucciones, el personal ya fue seleccionado, son 250 unidades que reciben las instrucciones y los simulacros debidamente establecidos, perfeccionados y con tecnología punta».
Los documentos de la guerrilla colombiana incluyen planos de la plaza de Bolívar, con los puntos a donde llegarían los cinco proyectiles, así como las vías de acceso, la distribución de la casa y el diseño de los cañones.
El plan, bautizado como operación U, o Unidos como debe ser, fue descubierto tres días antes de la toma de posesión de Santos y los cañones aparecieron en la vivienda del barrio Las Cruces desde la que se perpetraba el ataque.
El atentado era similar al que las FARC habían cometido el 7 de agosto del 2002, coincidiendo con la toma de posesión de Álvaro Uribe como presidente de Colombia. Aquel día, la narcoguerrilla bombardeó con cohetes el Palacio de Nariño, sede de la presidencia. Los proyectiles se desviaron y cayeron en barrios populares de Bogotá, lo que provocó la muerte de 17 civiles.
Florencio Domínguez, LA VANGUARDIA, 28/8/2010