ETA decapitada otra vez

“…La detención de “Ata” es sintomática de la debilidad creciente de una organización armada, la última en activo en Europa, de la que se habla más gracias a las redadas de la policía que por los asesinatos de guardias civiles o policías españoles…”.

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Decapitada la ETA otra vez

La policía francesa ha detenido en Bayona al máximo dirigente actual, Mikel Kabikoitz Karrera, alias “Ata”, y a su adjunto. Había sucedido al anterior responsable, detenido a finales de febrero.

No ha estado al frente de la organización terrorista ETA mas que tres meses y medio. Mikel Kabikoitz Karrera, alias “Ata”, fue interrogado el jueves por la mañana junto a tres cómplices en Bayona, en el País Vasco francés, cerca de la frontera española. Según el ministro español de Interior, Ángel Pérez Rubalcaba, “Ata” fue sorprendido en una reunión en la que se decidían los próximos atentados. “Quiero que creáis que no estaban rezando un rosario”, insistió el ministro para destacar que los terroristas vascos buscaban un próximo derramamiento de sangre. Siempre según Pérez Rubalcaba, es el arresto más importante después del de “Txeroki”, un líder histórico (jefe militar de la ETA entre 2004 y 2008) que fue la pesadilla de las policías francesa y española.

Debilidad creciente

Muy difícil de detener, “Txeroki” fue una excepción. La detención de “Ata” es sintomática de la debilidad creciente de una organización armada, la última en activo en Europa, de la que se habla más gracias a las redadas de la policía que por los asesinatos de guardias civiles o policías españoles. Porque “Ata” sólo llevaba desde febrero con los comandos de la organización separatista. Sus predecesores también tuvieron unos liderazgos efímeros. Desde 2008, Ibon Gogeaskoetxea, Jurdan Borrero, Asier Martitegi y Aitzol Iriondo fueron jefes del aparato entre tres semanas y siete meses como máximo. Las policías franco-españolas, que vigilan con lupa sus acciones, ya no les dejan respirar.

A pesar de algunos atentados espectaculares (entre los que se incluye el asesinato de dos guardias civiles en Capbreton en diciembre de 2007), la ETA se encuentra en una situación insostenible. Desde 2000, la organización terrorista ha visto caer a sus dirigentes uno detrás de otro: los que dirigen el aparato “logístico” (robos de dinamita, preparación de explosivos, falsas matriculaciones…), en tres ocasiones, y a los que dirigen la parte militar, es decir, los que activan los comandos y deciden los atentados. Así que, sin contar a “Ata” y a su lugarteniente Arkaitz Agirregabiria, también detenido ayer e implicado en el asesinato de un policía francés en París el año pasado, desde 2000, han caído 11 “jefes militares” en las redadas de la policía.

Los problemas de la ETA no se acaban. Especialmente gracias a los esfuerzos del juez Baltasar Garzón, su oscura red social ha sido desmantelada casi en su totalidad. Su escaparate político Batasuna, prohibido en 2003, no consigue ser nuevamente legalizado ya que las autoridades españolas exigen a sus dirigentes una clara condena de la violencia armada.

Para los terroristas de la ETA es todavía más grave el aumento de la contestación interna. Los responsables de filas de Batasuna, entre ellos Arnaldo Otegi, no son los únicos que reclaman alto y fuerte el abandono de las armas. La revuelta se escucha también en las cárceles, donde hay casi 600 detenidos. A mediados de mayo, ocho presos “históricos” pidieron públicamente “el final irreversible del terrorismo” e incluso… un “reconocimiento de las víctimas”. Hay mucho que hacer: la ETA ha asesinado a 880 personas desde 1968.

François Musseau, LE TEMPS, 21/5/2010