EL CORREO 20/02/14
· La banda pretende que España y Francia concedan inmunidad a los terroristas que tomen parte en este proceso.
ETA está dispuesta a comenzar con el sellado de sus zulos, aunque sin entregar todavía las armas. Así se lo habría comunicado la organización terrorista a la Comisión Internacional de Verificación (CIV) que dirige Ram Manikkalingam. El grupo de expertos, que llega hoy a Euskadi para entrevistarse con el lehendakari, Iñigo Urkullu, y mantener un encuentro con partidos, sindicatos y agentes sociales dará a conocer mañana en Bilbao este mensaje. Según fuentes de la lucha antiterrorista, después de un año de contactos la cúpula etarra ha aceptado que los verificadores ejerzan como «mediadores» en un largo proceso de clausura de los depósitos de armas. Una labor en la que, según las fuentes consultadas, también podrían intervenir «otros agentes vascos e internacionales».
El acuerdo no significa que la organización armada vaya a entregar los centenares de pistolas y fusiles de los que aún dispone, ni que se vaya a desprender de detonadores o de los kilos de explosivo que almacena. Ese paso quedaría para un último momento, ya que ETA todavía confía en poder abrir negociaciones con un futuro Gobierno –que no sea el de Mariano Rajoy– para pactar medidas de gracia para los presos con mayores condenas y para los terroristas aún en activo.
Como muestra de buena voluntad, la banda habría ofrecido al grupo de Manikkalingam un vídeo en el que se aprecia cómo miembros de la organización sellan algunos depósitos. Está previsto que parte de esas imágenes –desde hace meses pululan por Internet varias piezas– sirvan de apoyo al comunicado que el grupo de Manikkalingam va a hacer público mañana.
La CIV se ha reunido en varias ocasiones con la dirección de la banda desde que en febrero del año pasado los verificadores le dieran un ultimátum: o iniciaba el desarme o el grupo de expertos abandonaba su labor de interlocución. Cuatro meses después, en junio pasado, la organización habría aceptado la propuesta de la comisión y desde entonces se han estado puliendo los detalles del proceso.
ETA habría puesto, no obstante, algunas condiciones. Según fuentes de la lucha antiterrorista, la cúpula de la organización, que está en manos de ‘Josu Ternera’, David Pla e Iratxe Sorzabal, pretende que España y Francia concedan inmunidad a los terroristas que van a participar en la clausura de los arsenales. Para que dispongan de libertad de movimientos sin ningún temor a ser interceptados y detenidos por las fuerzas de seguridad francesas. La cúpula etarra no descarta, incluso, solicitar la colaboración de un «tercer país» para que acoja los contactos entre la banda y los verificadores en los que se daría cuenta del proceso de clausura de los arsenales. Los ministros de Interior de ambos países, Jorge Fernández Díaz y Manuel Valls, se reúnen hoy en París y, entre otros asuntos, analizarán la situación de ETA y el anuncio que se va a realizar mañana.
«Hacer el ridículo»
Los responsables de la lucha antiterrorista consideran que el gesto que va a efectuar la organización terrorista tiene como único objetivo aumentar la «presión» sobre el Gobierno de Mariano Rajoy. Y tratar de forzar al Ejecutivo a abrir contactos con la organización armada para hablar de la situación de los presos y de la entrega de los terroristas aún en activo y de aquellos otros que están huidos y tienen causas pendientes.
Una negociación que el gabinete del PP descarta y a la que se ha negado desde su llegada a La Moncloa hace ya dos años. El Ejecutivo, de hecho, resta cualquier trascendencia a todo anuncio por parte de ETA que no signifique su «disolución». Entiende que un gesto que «sólo» suponga el sellado de algún zulo es «insuficiente» y «no cambia nada» la actual situación, ya que considera que la organización siempre tendría la manera de recuperar esos arsenales.
Una postura que ayer reiteró el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, al sostener que todos los «verificadores» y «comparsas» que ETA tiene «en nómina» se están haciendo expertos en «hacer el ridículo» ante la sucesión de comunicados que sólo anuncian más comunicados. «La sociedad española ha sufrido bastante y éste es un tema suficientemente serio como para que dejemos de hacer el ridículo y de hacer gestos teatrales», reprochó el ‘número dos’ de Interior en la Cope. El dirigente gubernamental subrayó que sólo espera de la banda su «desaparición definitiva sin ningún tipo de condición y ningún tipo de concesión».
La posición del Ejecutivo central contrasta con la del lehendakari, Iñigo Urkullu, que en las últimas semanas ha incentivado los contactos con diferentes formaciones. El martes se reunió con Rufi Etxeberria, uno de los líderes de la izquierda abertzale y que en Sortu está al frente del área encargada de la ‘Resolución del conflicto’, y hoy recibe a Ram Manikkalingam, un día antes de la cita que éste y la CIV mantendrá con partidos y sindicatos.
EL CORREO 20/02/14