EL CORREO, 4/1/12
Los familiares de los reclusos denuncian la «dispersión arbitraria» que padecen en las cárceles españolas y francesas
La asociación de familiares y amigos de presos de ETA Etxerat denunció ayer que las «claves de represión, utilización y venganza» en las que se mueve la política penitenciaria propician que 175 reclusos de la banda terrorista que deberían estar ya en libertad condicional «por haber cumplido las dos terceras partes de sus condenas y los plazos para salir a la calle» se encuentran todavía encarcelados.
Los responsables de Etxerat también denunciaron que siguen privados de libertad once internos «con enfermedades graves o incurables», explicaron Natxi Aranburu y Oihana Lizaso, que ayer actuaron en Bilbao como portavoces del colectivo de apoyo. Entre los que disfrutan de una prisión atenuada por su deteriorada condición física destacaron a Txus Martín e Ibon Iparragirre, ambos cerca de situaciones límite, según dijeron, en prisiones que son «focos de enfermedades y donde la asistencia sanitaria deja mucho que desear».
La cascada de datos que como balance de fin de año ofreció Etxerat también cifra en 665 los presos de la organización armada -excluye a los disidentes internos en Nanclares de Oca-, «víctimas de una dispersión arbitraria en 71 centros penitenciarios de siete estados diferentes». Además, entre los reclusos de ETA 169 están en situación preventiva y a la espera de que se inicien los procesos judiciales en su contra, y 49 más han visto cómo las autoridades le han aplicado la directriz 197/2006, conocida como ‘doctrina Parot’, por la cual a reducción de penas por beneficios penitenciarios se aplica respecto de cada una de las condenas individualmente y no sobre el máximo legal permitido de permanencia en prisión, que, según el Código Penal de 1973, es de treinta años.
«Tímidos cambios»
Los representantes de Etxerat compararon el sistema penitenciario español con «Guantánamo, Abú Ghraib o las prisiones de Israel» por la utilización «de situaciones de aislamiento o soledad». Según sus estadísticas, doce de los reclusos de ETA se encuentran «completamente solos» con una régimen de incomunicación «altísimo». Sin embargo, la asociación de familiares reconoce que desde septiembre, y especialmente durante las últimas semanas, se han producido «tímidos cambios en positivo» gracias a prácticas de reagrupamiento en módulos de varios centros nacionales.
Pese a ese avance, Etxerat reclama a los responsables de la política penitencia de los gobiernos español y francés que apuesten por «construir un escenario de resolución que garantice el respeto de todos los derechos de todas las personas» hasta alcanzar un escenario «más acorde con la situación de esperanza que se ha abierto en Euskadi y ha sido respaldada por su sociedad», manifestaron Natxi Aranburu y Oihana Lizaso.
EL CORREO, 4/1/12