Europa en juego

JOSÉ MARÍA CARRASCAL – ABC – 23/04/17

José María Carrascal
José María Carrascal

· Mi instinto me dice que, en el país de Descartes, quien se impondrá finalmente será la razón.

Aquello que solía decirse, un poco en broma, que todos deberíamos votar en las elecciones norteamericanas, pues a todos nos afectan las decisiones del nuevo presidente, puede decirse, ya completamente en serio, de las elecciones francesas. Sobre todo, los europeos. Está en juego el proyecto milenario de la Europa Unida, abonado por la sangre de guerras de todos los tipos y tamaños, hasta que, tras la última, que la dejó en ruinas y arruinada, unos hombres providenciales decidieron que no podíamos seguir matándonos hasta extinguirnos, cuando podíamos vivir como buenos vecinos.

Esa unión se basaba en las dos naciones que más han peleado últimamente, Francia y Alemania, alrededor de las cuales fueron congregándose las demás, al darse cuenta de los beneficios que reportaba la avenencia, hasta lograr el mayor espacio de paz, bienestar y seguridad en el mundo, hacia el que se encaminan cuantos no lo tienen en sus lares. Es verdad que los ingleses han decidido separarse, pero ellos han sido siempre especiales, y está por ver si se separan del todo.

Los que no pueden fallar son los dos pilares. Sin Francia o Alemania, no habría Europa Unida, habría la Europa de antes, la de las naciones atrincheradas en sus fronteras mirándose como enemigas más que como aliadas. Y eso es lo que se juega en estas elecciones francesas. En la primera vuelta, las encuestas dan en cabeza a Emmanuel Macron, un exbanquero que no se proclama de izquierdas ni de derechas, y Marine Le Pen, nacionalpopulista de pura cepa, seguidos de cerca por François Fillon, conservador manchado por la corrupción, pero con más aguante del que se creía, y Juan-Luc Mélenchon, izquierda pura y dura. Todos ellos de un marcado patriotismo: La France, De Gaulle, Jeanne d’Arc han sido citados profusamente en la campaña. Europa, apenas. Y es ahí precisamente donde está el peligro: Le Pen y Mélenchon abogan por poner distancias con la UE. Los otros no, pero tampoco la defiendan a ultranza. Un escenario amenazador.

No soy, sin embargo, del todo pesimista. Las encuestas arrojan un 30 por ciento de indecisos, más que la extrema derecha o la extrema izquierda, que ya se han decantado. Suele decirse que, en la primera vuelta, los franceses votan con el corazón y en la segunda, con la cartera. De ser así, ¿por quién se decidirá esa importante bolsa de votos indecisos? Pueden hacerlo hacia cualquier parte. O quedarse en casa. En cualquier caso, son los que decidirán el resultado. Mi instinto me dice que, en el país de Descartes, quien se impondrá finalmente será la razón, el centro escorado a un lado u otro, pero no el vuelco. A fin de cuentas, Francia tiene tanto interés como el que más en una Europa Unida. Pero no hay que olvidar que estamos en tiempos tumultuosos, en los que puede pasar cualquier cosa. Piensen en Trump que, por cierto, predice que el último atentado en París influirá en las elecciones.

Espero que vuelva a equivocarse.

JOSÉ MARÍA CARRASCAL – ABC – 23/04/17