IGNACIO MARCO-GARDOQUI-EL CORREO
- Con nuestro nivel de déficit y de deuda ¿dónde estaría la prima de riesgo si España no estuviera en la UE?
En los años anteriores a la pandemia se produjo en España una fuerte desilusión con Europa. Dejamos de verla como la esperanza de una democracia estable y empezamos a mirarla como un grupo de países envejecidos y egoístas, dirigidos por una casta de funcionarios altivos y distantes, fríos y groseramente remunerados. Olvidamos pronto las ayudas recibidas y la estabilidad prestada. Olvidamos que el saldo neto en nuestras relaciones financieras era cercano a los 80.000 millones de euros y que gracias a la pertenencia al euro colocábamos nuestra deuda con comodidad y de manera barata. Olvidamos que el euro nos había proporcionado estabilidad, credibilidad, unos tipos de interés bajos y había habilitado una inflación que se convirtió en prácticamente inexistente. Por el contrario, enfatizamos con alarma creciente las llamadas a la ortodoxia, la limitación de los déficits públicos, la exigencia de ajustes en el gasto. Europa pasó a ser una entidad molesta y desagradable, hasta el punto de que aparecieron voces que clamaban por nuestra salida del club.
Pero llegó la crisis y aunque nadie ha pedido disculpas estamos en una situación diferente. ¿Conoce usted algún país que nos vaya a regalar 70.000 millones de euros? ¿Conoce algún país que nos vaya a prestar otros 70.000 millones a unos tipos de interés ridículos y a unos plazos casi eternos? ¿Se imagina dónde estaría nuestra prima de riesgo si tuviésemos que pedir al mercado los ingentes volúmenes de deuda que emitimos y más que vamos a tener que emitir para cubrir nuestros imparables déficits? ¿Se hace una idea de donde estaría la peseta si tan solo tuviera el respaldo de la economía española y no estuviera detrás la solvencia europea?
¿Cree que podemos contar con Venezuela, Cuba o Bolivia, países todos ellos que han recibido – no sé si aplicado – los muy sabios consejos de una parte de nuestro gobierno para orientar sus economías y sus monedas? ¿Sabe cuál es la inflación de Venezuela, (+1.813%), la renta per cápita de Bolivia, (3.4974$), el salario medio mensual de Cuba (28$)?
En 2013 el ahora vicepresidente, Pablo Iglesias, pidió salir del euro, suspender el pago de la deuda y nacionalizar la banca
Llegados hasta aquí es probable que se pregunte qué tiene que ver esto último con nosotros. Pues mucho. He encontrado en internet una intervención gloriosa de nuestro Vicepresidente segundo en su programa ‘Fort Apache’ de hace unos años, -no la de un exaltado populista, ni la de un arrebatado profesor universitario, insisto la del Vicepresidente del Gobierno que nos gobierna (?)-, en la que dice cosas como esta, y cito textualmente:
«Una fuerza política democrática que llegue al gobierno debe tomar el control de la política monetaria, salir del euro y devaluar para fomentar las exportaciones». Sigo, o mejor sigue él: «Hay que suspender el pago de la deuda y nacionalizar la banca y el crédito para familias y empresas».
El programa se emitió en octubre de 2013, pero ¿Le ha oído retractarse de semejantes pensamientos, ahora que pisa moqueta y viaja en coche oficial? Yo no. ¿Cree que todo esto es inocuo, que se han olvidado de ello y no despierta recelos en Europa, que no cuenta a la hora de poner en nuestras manos el océano de dinero que pedimos para los próximos años? Si me dice que sí, le alabo su ingenuidad, pero le advierto que quizás se equivoca. ¿No habíamos quedado en que nuestros vecinos del norte son una panda de egoístas insolidarios? ¿Van a conceder préstamos de manera alegre y desaprensiva a España para que los gestione quien proponía no devolverlos? ¿Lo haría usted? Esta misma semana, en una actuación muy poco frecuente, la UE ha mostrado su alarma por el escandaloso fraude de ley que supone el plan del gobierno de modificar, mediante una norma aprobada por mayoría simple, otra que exige para los cambios una mayoría reforzada.
Pues nada, como sigamos así con personas al frente del gobierno tan poco «homologables» en el ambiente europeo y como recuerden las cosas que dijeron, quizás deberíamos ir pensando en salirnos de la UE y acogernos a ALBA, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América. ¡Allí si que seríamos felices!