Falta la jugada definitiva

EL MUNDO – 24/02/16 – VICTORIA PREGO

· Como las cuentas no salen, tenemos que llegar a la conclusión de que lo importante para el candidato Sánchez empieza a partir de ahora y pasa por pactar a su izquierda con Podemos y los demás. Y que este acuerdo con Rivera sobre asuntos relevantes pero que de ningún modo tienen el empaque de un acuerdo de gobierno ni de legislatura, va a servirle al socialista para tener algo que llevarles a la boca a los militantes en este sábado en el que estaban convocados para ratificar no esto, que no es nada más que un trampantojo, sino el verdadero acuerdo de gobierno que todavía no existe.

Con el acuerdo con Rivera Pedro Sánchez no hace nada. Nada, salvo superar el trance del apoyo de la militancia y utilizar el pacto como palanca para obtener la retirada de Podemos de sus viejas exigencias y llevarlo del ronzal por caminos más transitables. Para eso es para lo que le va a servir al socialista esa aproximación a Ciudadanos, dado que la pretensión de Rivera de acercar a Mariano Rajoy a ese corro está descartada de plano.

De manera que el interlocutor importante, el que realmente necesita Sánchez para llegar al poder, es Pablo Iglesias, que espera al líder socialista sentado, mejor sería decir atornillado, a la mesa y mucho más dispuesto a pactar, es decir, a ceder, de lo que reconoce públicamente. Es ése el caladero en el que el secretario general del PSOE necesita echar sus redes porque sumando, sumando, puede alcanzar un apoyo que supere en cuatro o cinco escaños los votos negativos del PP y Ciudadanos. Suponiendo, claro está, que Albert Rivera no se haya pillado los dedos con este acuerdo hasta el punto de quedar obligado a abstenerse en la votación de investidura aunque Sánchez cierre el pacto con Iglesias y acompañantes, lo cual le pondría las cosas al socialista a punto de caramelo.

Pero el jefe de Podemos deslizó ayer una afirmación que puede tener mucho más calado del que quiso aparentar: en su rueda de prensa dijo que «creía» que los partidos independentistas catalanes, esto es ERC y Democracia i Llibertat, estarían dispuestos a abstenerse para facilitar un «gobierno de progreso y de cambio». Esa es una afirmación de la máxima importancia porque, aunque contradice lo declarado hasta ahora por los secesionistas, no está hecha gratuitamente. No es descartable en absoluto algún tipo de pacto que incluya unas condiciones que satisfagan los objetivos a corto plazo de estos partidos con la vista puesta en posteriores victorias de su proyecto a largo plazo. Y si esas condiciones, sugeridas por Iglesias a Homs y a Tardá y adecuadamente maquilladas, fueran finalmente aceptadas por Pedro Sánchez, su llegada al Gobierno estaría más que asegurada.

Pero el precio a pagar sería inasumible además de imperdonable. Atentos, porque la jugada definitiva está por llegar.

EL MUNDO – 24/02/16 – VICTORIA PREGO