Familiares de «víctimas del Estado» se unen y reclaman igualdad de trato

DIARIO VASCO, 23/4/12

Presentan en Donostia la fundación Egiari zor, que reclama «idéntico reconocimiento» que a los afectados por ETA

A los seis meses del anuncio del cese definitivo de la violencia de ETA, los familiares de víctimas «de la violencia de los Estados» buscan también hacer valer su voz para participar en la construcción de un futuro basado en el «acuerdo político y democrático» que permita una convivencia en paz, pero sin que se imponga «un único relato». Lo hacen desde la fundación Egiari zor (deuda con la verdad), un colectivo formado por alrededor de 200 personas, familiares de miembros de ETA muertos en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, de víctimas del GAL, de miembros de la banda fallecidos o desaparecidos, de presos muertos y de personas torturadas. La fundación escenificó su apuesta conjunta en un acto celebrado ayer en el barrio donostiarra de Egia en el que ejercieron de portavoces Karmelo Arregi, hermano de Susana Arregi, muerta en 1990 durante un cerco policial en la Foz de Lumbier, e Idoia Muruaga, compañera de Igor Angulo, preso que se suicidó en 2006.

MANIFIESTO
1Respeto, consecución de una verdad completa, reconocimiento y reparación.
2Los Estados, instituciones y mayoría de partidos «deberán reconocer su vulneración de los derechos humanos».
3La Comisión de la Verdad «es un instrumento fundamental».
4Reparación y justicia.
5Completo compromiso con el logro de un acuerdo político y democrático.

El documento fundacional de la asociación, que puede descargarse de la web creada ‘www.egiarizor.org’, incluye cinco ejes de actuación. Pero es en la introducción donde radican las bases de su mensaje y reivindicación. Reconocen «el dolor» causado por ETA: «Entendemos los sentimientos de quienes han perdido a un familiar por efecto de la lucha armada», dijeron, pero piden a la vez «respeto» hacia su «sufrimiento» y hacia la memoria de los afectados por la «represión de los Estados» durante el conflicto.

Y añadieron: «No se pueden hacer distinciones, en cuanto al trato, entre víctimas en base al autor o el momento histórico en que las personas afectadas sufrieron la vulneración de sus derechos. A igual vulneración, idéntico ha de ser tanto el reconocimiento como la reparación. Ahora bien, así como no aceptamos la discriminación entre fallecidos y sufrimiento, la homologación o equiparación entre todas las personas muertas como consecuencia del conflicto, no se ajusta en absoluto a nuestro punto de vista». Buscan, en definitiva, un relato que huya de «la retórica de vencedores y vencidos».

Entre los asistentes, estuvieron Unai Romano (que denunció torturas), Karmen Galdeano (hija del periodista asesinado por los GAL Xabier Galdeano), Antonia Manot (madre del miembro de ETA fusilado en el franquismo ‘Txiki’), Ai-tziber Berrueta (hija de Angel Berrueta, asesinado tras el 11-M por un policía), Andoni Txasko (portavoz de la Asociación Víctimas del 3 de Marzo de Gasteiz), Elena Bartolomé (compañera del diputado de HB asesinado Josu Muguruza), Izaskun Iantzi (hermana de Gurutze Iantzi, muerta en dependencias de la Guardia Civil), y allegados de miembros de ETA fallecidos.

DIARIO VASCO, 23/4/12