- Habla de anticipar elecciones y de presentar un proyecto de regeneración democrática ¡en enero! Tarde
¿Recuerdan ustedes al Conejo Blanco de «Alicia en el país de las maravillas»? Siempre reloj en mano, gritando asustado «¡Tarde, llego tarde!». Alicia lo sigue hasta su madriguera y allí empezará su fantástica peripecia. Nuestra joven protagonista ignora que aquel conejo tan peripuesto es el heraldo de la malvada Reina de Corazones, la que no para de decir «¡Que le corten la cabeza!». Alicia -bien podría ser el electorado popular- casi pierde la suya por seguir al asustadizo lepórido. Qué cosas.
Feijóo encarna ese conejo que parece tener prisa para no llegar a ningún sitio. Mientras dice que «Ha llegado el momento de exigirle a Sánchez que convoque elecciones anticipadas», el presidente, cual Reina de Corazones, va cortando inmisericordemente todas las cabezas que puede a jueces, instituciones, Corona, Parlamento, medios de comunicación y todo lo que considere opuesto a su reinado arbitrario y dictatorial. El dirigente popular, una de dos, o posee una tremenda ingenuidad al creer que pedirle algo al César de Hojalata sirve de algo, o aquí hay algo que no cuadra. ¿Presentar proyectos en enero estando a primeros de diciembre con la que está cayendo? ¿En serio cree Núñez Feijóo que España y su democracia pueden esperar tanto tiempo? ¿Nadie en el PP ha visto que este gobierno está quemando etapas a toda prisa para consolidar un cambio de régimen sin que parezca que sucede nada? ¿No hay nadie en Génova que alce la voz para decir que tienen la obligación de dar un paso al frente en representación de la mayoría de españoles, horrorizados ante la deriva bolivariana de un gobierno y unos aliados cuyo único fin es la destrucción de España como nación? Pues aunque parezca incomprensible, no hay nadie. Reformar la ley de malversación en beneficio de golpistas lazis o políticos corruptos –Griñán todavía no ha ingresado en la cárcel– sería suficiente motivo para poner pie en pared. Pero es que, además, lo que está perpetrando Sánchez con el Consejo General del Poder Judicial es de un calado antidemocrático tan enorme y afecta tanto a la base de cualquier estado democrático como es el poder judicial que hace inviable otra cosa que no sea llamar a Sánchez al Congreso, moción de censura mediante, y obligarlo a dar la cara ante los representantes de la soberanía popular y ante los españoles. Dice Feijóo que sería ofrecerle una oportunidad al de Moncloa para publicitase. Como si no lo hiciera a diario con todos los medios de comunicación de los que dispone.
Lo que está perpetrando Sánchez con el Consejo General del Poder Judicial es de un calado antidemocrático tan enorme que hace inviable otra cosa que no sea llamar a Sánchez al Congreso
No, señor Feijóo, no es que «En España lo que sobra son los excesos de protagonismo». Lo que falta es coraje para ponerle el paño al púlpito a la banda que nos gobierna. Usted dice tener soluciones pero su reloj atrasa, porque el momento es gravísimo y luego no valdrá decir que ya se veía venir. O se pone usted a la cabeza de la resistencia democrática contra este golpe de estado blanco que vivimos o deje usted paso a quienes sí quieren oponerse. Y recuerde que Sánchez, como la Reina de Corazones, lo único que tiene claro es que quiere cabezas cortadas. Entre ellas, la suya. Para la banda es tan facha usted como Abascal, Arrimadas, Adanero, Cayetana o Ayuso. Entienda de una vez que esto no va de partidos, esto va de democracia y de defenderla con todos los instrumentos legales posibles. Por eso uno se pregunta ¿hacia dónde va usted, señor Feijóo?